La interminable travesía de Abu Desseigne desde Mali hasta España - Alfa y Omega

La interminable travesía de Abu Desseigne desde Mali hasta España

Comillas inaugura en sus instalaciones Somos migrantes, una exposición itinerante de la ONG Entreculturas que muestra las condiciones en las que viven los inmigrantes en las fronteras

Universidad Pontificia Comillas

«No tenía dinero y tuve que vender mi ropa para poder seguir viajando hacia Marruecos desde Mali», contó ante un emocionado auditorio Abu Desseigne, un inmigrante maliense de 29 años, que cruzó la valla de Melilla hace pocas semanas en busca de una vida mejor. «Nadie puede imaginar cómo es la vida en el Gurugú, sin agua, sin comida, a la intemperie», explicó el maliense durante la mesa redonda con la que se presentó la exposición Somos migrantes en referencia al monte en el que los subsaharianos esperan hasta dos años el mejor momento para entrar en Europa.

El testimonio de Abu, que en su travesía atravesó Burkina Faso, Níger y Argelia, sirvió también para entender la dureza de las fotografías expuestas en Comillas. Somos migrantes es una muestra organizada por la ONG Entreculturas, el Servicio Jesuita a Migrantes y Comillas, en la que se exhiben 20 imágenes captadas por 11 reconocidos fotógrafos. Todas ellas recogen la realidad de las personas migrantes en las fronteras, haciendo especial hincapié en las que separan España de Marruecos, y México de Estados Unidos.

«No más del 15 % de inmigrantes logra alcanzar los Estados Unidos, y la mayoría de ellos sufre violaciones o extorsiones», explicó Javier Urrecha, responsable de programas de Entreculturas, que apoya a los albergues del Servicio Jesuita a Migrantes en México, por los que han pasado 50.000 inmigrantes en los últimos tres años.

Por su parte, Alberto Ares, SJ, delegado del sector social de la Compañía de Jesús en España, denunció la existencia de 18 asentamientos en Nador (Marruecos), y otros muchos en el monte Gurugú, llenos de inmigrantes subsaharianos viviendo en condiciones ínfimas. «Se necesitan emplazamientos de observación internacional en la frontera sur y plena libertad de movimiento para los observadores», propuso Ares.

El papel de la educación en las migraciones

El acto de presentación también contó con la presencia de José Sánchez, ex Presidente de la Comisión Episcopal de Migraciones, Obispo emérito de Sigüenza-Guadalajara y, actualmente, cura de Fuenteguinaldo (Salamanca), su pueblo natal. En su intervención explicó la relación que ha de tener la educación con las migraciones. «La educación tiene un papel fundamental en el futuro de las sociedades y juega un importante rol para que las migraciones, si se dan, sean beneficiosas, lo cual ahora no se produce».

Sánchez, que defendió una «integración armónica» porque todos tenemos algo que dar y que recibir, reveló que la inmigración en España pasó de medio millón de personas en 1995 a cinco millones en 2008, lo cual «no es fácil para una sociedad». Refiriéndose a la española, dijo que «no perderá su identidad y será más abierta y plural», además de que la inmigración «supone una gran oportunidad biológica, demográfica, cultural, social y religiosa».

Por su parte, Ana García-Mina, Vicerrectora de Servicios a la Comunidad Universitaria y Estudiantes de Comillas, tras reconocer el enorme esfuerzo del Servicio Pastoral de Comillas en la organización de la muestra, habló de que existen más fronteras, además de las que separan países, y de que, para la espiritualidad ignaciana, es importante «ir donde más necesidad haya, a las fronteras sociales, geográficas y allí donde las personas estén excluidas».

La exposición estará hasta el 3 de febrero en Alberto Aguilera, 23, y del 5 al 12 de febrero en Cantoblanco.