El Refugio - Alfa y Omega

El Refugio

Jesús Junquera Prats
Foto: ABC

Sorprende en pleno centro de Madrid, en la Corredera Baja de San Pablo, ver todas las tardes una cola de personas necesitadas esperando para entrar a recibir los alimentos que les da la Hermandad del Refugio, que cumple este cometido desde el año 1615. Fue fundada por el jesuita Bernardino de Antequera, reinando Felipe II. En pleno Siglo de Oro, en Madrid vivían muchas personas en indigencia, muchos emigrados de otros lugares que habían venido buscando trabajo y fortuna.

El padre Bernardino, junto con un grupo de amigos y caballeros, acordó fundar una hermandad para atender a los que no tenían cobijo ni alimentos. En la primera acta de la hermandad se decide dar socorro a los pobres, enfermos y desamparados, fundar un hospital para convalecientes, y darla el nombre de Nuestra Señora del Refugio.

Recogidas las primeras limosnas el 7 de abril de 1615, se hace la primera ronda recogiendo a los enfermos y llevándolos a una sala de la casa de Pedro Lasso de la Vega, que cedió para este fin. La ronda la efectuaban tres hermanos, uno de ellos sacerdote, y su función era llevar alimentos y medicinas, así como recoger y llevar los enfermos a los hospitales y sobre todo que ninguno muriera sin sacramentos.

La ronda alcanzó enseguida popularidad entre los necesitados, y se cuidó de forma especial a los que tenían enfermedad mental, que eran trasladados a un manicomio de Zaragoza.

A diario se repartía pan y huevos, y por eso la ronda se conoció como la ronda de pan y huevo. Para que los huevos no tuviesen pequeño el tamaño se hizo en madera una especie de pala (escatillón) con la medida justa, surgiendo la frase: «Si no pasa, pasa; y si pasa, no pasa», de forma que todos fuesen iguales.

Hoy en día la Hermandad del Refugio sigue cumpliendo su cometido. Mantiene en funcionamiento el colegio que fundó en 1651, así como el comedor que da a diario 150 cenas calientes. Reparte una bolsa de alimentos a todos los que acuden, y ofrece también un ropero. Su sede junto a la iglesia de San Antonio de los Alemanes –llamada la capilla Sixtina de Madrid por sus obras de arte– sigue estando en el mismo lugar desde que Felipe V lo cedió en el año 1702.

San Pedro Poveda fue hermano y el cardenal Osoro es hermano hoy en día. Para los necesitados es un poquito de Cielo en Madrid.