Ediciones Mensajero cumple cien años - Alfa y Omega

Mensajero, editorial jesuita, cumple cien años. Fundada en 1915 como sociedad anónima, sus orígenes se remontan a 1866. Entonces apareció en Barcelona la revista El Mensajero del Corazón de Jesús, iniciativa del canónigo José Morgades y Gili, para traducir al castellano el boletín francés que el jesuita Ramière editaba para el movimiento del Apostolado de la Oración. Al ser nombrado obispo de Vich, en 1883, Morgades la entregó a la Compañía de Jesús, que la trasladó a Bilbao en 1884. Asumió la dirección el jesuita Cecilio Gómez Rodeles y, desde entonces se edita, mes a mes, renovando sus contenidos al ritmo de los cambios de la Iglesia y de la sociedad, para contribuir a la formación humana y religiosa de sus lectores.

De estos inicios data la publicación el Taco calendario del Corazón de Jesús, uno de los mayores éxitos de la editorial, con casi 300.000 ejemplares vendidos al año. La idea nació entre pucheros, y todavía hoy ¡tantas familias lo tienen en la cocina! El padre Rodeles, director de El Mensajero, regaló al cocinero de su comunidad un calendario para que no se equivocara con los ayunos. Pero éste se deshizo de él por considerarlo inapropiado y sugirió la creación de otro similar, pero de contenidos edificantes. Rodeles respondió: «¡Hermosa idea!» Y poco después vio la luz el Taco. Hoy, fiel a su esencia, se presenta en diversos modelos y dispone de aplicación para dispositivos móviles.

El padre Remigio Vilariño, de talento extraordinario, fundó la editorial, dando forma empresarial a lo que era la redacción de El Mensajero y la producción de libros de devoción. Destacó como escritor de La vida de Nuestro Señor Jesucristo, la adaptación del Catecismo del padre Astete, el Devocionario, y como fundador de revistas como Sal Terrae, vigente hoy.

La oferta editorial ha crecido este tiempo. Destacan la colección de psicología moderna, El drama de Jesús, La Biblia del Peregrino y La Biblia de Nuestro Pueblo, literatura infantil y juvenil, y el Ecocalendario.

Mensajero superó, en 1983, la inundación que asoló la ciudad en pleno traslado de su sede inicial, en la Universidad de Deusto, a un edificio junto al barrio de Deusto. Con mucho agradecimiento, se recuerda el respaldo de donantes y de la Compañía de Jesús. En la Congregación que eligió al General Peter-Hans Kolvenbach, los jesuitas apoyaron su recuperación.

Superada esa etapa, adquirió unas dimensiones que la impulsaron a un futuro de nuevas aspiraciones. Su vocación de servicio a la promoción de la fe y de la justicia propició la unión con los proyectos editoriales jesuitas Sal Terrae y producción digital SJDigital, en el Grupo de Comunicación Loyola, dirigido por Antonio Allende, SJ, y José Manuel Díaz.

El lema del centenario, Historia y futuro, habla del trabajo de muchos y de la confianza de decenas de miles de lectores y suscriptores. Sin ellos, hoy no sería posible hablar de un proyecto editorial consolidado al servicio de la Iglesia y de la sociedad, y de un equipo humano que mira al futuro con vocación de llegar a más.

Marta Barrio
Directora de la revista Mensajero