Sí, sí, Stephen Fry, Dios existe... - Alfa y Omega

Sí, sí, Stephen Fry, Dios existe...

El famoso actor y cineasta británico vuelve a cargar contra los creyentes, pero esta vez recibe duras respuestas en las redes sociales y en los periódicos

José María Ballester Esquivias

Director de numerosas series televisivas y de memorables películas –jugando en otras, como Gosford Park, un papel memorable–, varias veces galardonado, el polifacético Stephen Fry es también un incansable activista: homosexual confeso, ateo acérrimo, militante laborista hasta que Tony Blair metió a Gran Bretaña en la Guerra de Irak y muchas más causas dignas de la progresía más montaraz. No obstante, su última embestida contra las religiones y los creyentes ha sido especialmente severa.

El escenario era el programa de temática religiosa de la televisión pública irlandesa RTE. Fry, fiel a sí mismo, no desaprovechó esta nueva oportunidad. «Desde que echas a Dios de tu vida, esta se convierte en más sencilla, más pura, más pura, más clara y más digna de ser vivida», dijo, entre otras lindezas. El vídeo del programa ha tenido un efecto viral en las redes sociales y se ha convertido en unos de los más vistos en los últimos días en Irlanda y en Gran Bretaña.

Sin embargo, esta vez las palabras de Fry no han caído en saco roto y ha recibido una firme respuesta de los creyentes. Por ejemplo, de la joven columnista Emma Barnett, una de las plumas más mordaces de The Daily Telegraph, el diario más leído en las Islas Británicas. «Sí, creo en Dios. Y no, no soy rara o especialmente religiosa. Ni rechazo el progreso ni los avances científicos, pero sí creo que hay una fuerza inescrutable que está detrás de todos los movimientos de la vida que podemos, o no, explicar». Y esa fuerza, según Barnett, es Dios.

Más intelectual ha sido la respuesta del bloguero Pete Greig, uno de los impulsores del Proyecto Alfa en Gran Bretaña. Para Greig, todos los males del mundo actual que, según Fry, impiden la existencia de Dios, están explicados en la Biblia, de modo especial en el sufrimiento innecesario de Job o en el Libro del Genésis. Conclusión de Greig: los argumentos de Fry no se sostienen, por muy gran artista que sea.