Francisco pide mayor presencia de la mujer en la Iglesia y en la sociedad - Alfa y Omega

Francisco pide mayor presencia de la mujer en la Iglesia y en la sociedad

El Papa pidió más presencia de la mujer en la vida de la Iglesia y en la sociedad, una reivindicación –aclaró– que debe hacerse desde el con, no desde el contra. «La Iglesia es mujer, la Iglesia, no el Iglesia», dijo Francisco en su discurso a la Asamblea Plenaria del Pontificio Consejo para la Cultura, celebrado con el lama Culturas femeninas: entre igualdad y diferencia

Ricardo Benjumea

«El argumento que habéis elegido me ha llegado al corazón, y ya en diversas ocasiones he tenido la ocasión de tocarlo y de invitar a profundizarlo», dijo el Papa a los miembros del Pontificio Consejo de Cultura, reunidos, del 4 al 7 de febrero, en torno al lema Culturas femeninas: entre igualdad y diferencia.

El reto es «estudiar criterios y nuevas modalidades con el fin que las mujeres no se sientan invitadas, sino plenamente participes de los varios ámbitos de la vida social y eclesial. La Iglesia es mujer: la Iglesia, no el Iglesia», enfatizó Francisco. «Esto es un reto que no se puede posponer. Lo digo a los pastores de las comunidades cristianas, aquí en representación de la Iglesia universal, pero también los laicos y las laicas en diversos modos empeñados en la cultura, en la educación, en la economía, en la política, en el mundo del trabajo, en las familias y en las instituciones religiosas».

Al abordar el equilibrio entre la igualdad y diferencia entre hombres y mujeres, el Papa pidió que se aborde la cuestión «desde el con, y no desde el contra», si bien resaltó que en nuestras sociedades persiste un modelo de subordinación social de la mujer al hombre.

Con respecto a la participación de la mujer en la vida de la Iglesia, Francisco afirmó que es urgente ofrecerles espacios y acogerlas e involucrarlas en responsabilidades pastorales. Y animó también a «promover la presencia eficaz de la mujer en diferentes ámbitos de la esfera pública, en el mundo del trabajo y en lugares donde vienen adoptadas decisiones importantes», sin olvidar su papel insustituible de la mujer en la familia, «con sus dotes de particular sensibilidad y cariño».