Su pasión es estudiar y por esa razón cruzó el Estrecho en patera - Alfa y Omega

La pasión por aprender de las mujeres siempre me ha apasionado. Conozco historias increíblemente bellas a la vez que terribles, como la de Antonia, una extremeña que era pastora y recorría kilómetros a pie para llegar al nocturno de educación de adultas allá por los años 80. O historias como la de Lola, que se sacó el graduado a escondidas de su marido y que convirtió el cuarto de baño en sala de estudio. Mientras él creía que ella se estaba maquillando, ella hacía las fichas que tenía que presentar en clase. O la historia de Marisa, madre sola con un hijo y obrera en una fábrica de Alicante que consiguió sacarse un doctorado en Sociología.

Estos días he vuelto a experimentar el poder de esta fascinación a través de Meissa, una joven africana que ha estado viviendo en nuestra casa. Tiene 22 años y es bella por dentro y por fuera, lo que le supone tener que enfrentar diariamente el acoso de muchos hombres. Cuenta que, desde pequeñita, tiene claro una cosa que le enseñó su madre: una mujer que quiere ser libre tiene que estudiar, de manera que no dependa de ningún hombre. Meissa ha recorrido mucho mundo: Mauritania, Argelia, Marruecos… Ha trabajado en jornadas inhumanas en una fábrica de congelados en Tánger y como vendedora ambulante, ha sido cocinera, empleada de hogar, animadora de discoteca… Pero su pasión es estudiar y por esa razón cruzó el Estrecho en patera hasta Europa.

Hace unos días nos confesó que a veces se siente como una pelota que va rodando por la vida, y que tiene ganas de encontrar un lugar para posarse. Entonces se acuerda de su madre y eso le ayuda a no perder el norte. Su madre, sola, la cuidó, como a sus tres hermanas, mejor que ningún hombre, sabiendo hacerse respetar entre ellos. Pero cuando sus hijas se hicieron mayores les explicó que en su pueblo no había futuro para las mujeres que querían ser libres y les animó a emprender el viaje.

«Lo conseguiré», termina diciendo, mientras nos hacemos un guiño cómplice porque acabamos de recibir la noticia de que una asociación de mujeres acaba de concederle una pequeña beca de apoyo al estudio.