Podemos arremete contra quienes defienden a las mujeres víctimas del aborto en Cádiz - Alfa y Omega

Podemos arremete contra quienes defienden a las mujeres víctimas del aborto en Cádiz

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
El grupo 40 días por la Vida delante del abortorio de Cádiz
El grupo 40 días por la Vida delante del abortorio de Cádiz.

«Mujeres que acuden a las clínicas en que las que se practican abortos, sufren el acoso y la coacción de determinados grupos de extrema derecha con el objetivo de intimidar y coartar a quienes quieren hacer uso de este derecho. No podemos permitir que estos grupos extremistas, rosario en mano, intercepten a las mujeres y les dificulte la entrada con el pretexto de que cometen un pecado»: así decía la nota que hizo pública hace unas semanas la agrupación Podemos Cádiz, mientras la plataforma 40 Días por la Vida celebraba su habitual campaña de oración y ayuno por esas fechas delante de los abortorios de la ciudad.

Federico Aláez, coordinador de esta vigilia, afirma que en estas campañas «lo único que hacemos es rezar, con espíritu de misericordia. No somos una plataforma cívica ni tenemos interés lucrativo».

Sobre la denuncia efectuada por Podemos, aclara que «nosotros no acosamos a las mujeres que entran a estas clínicas a abortar. Simplemente nos acercamos y les damos un folleto informativo sobre el dolor que causa el aborto. El resto del tiempo lo pasamos fuera rezando el Rosario. Y cuando salen, simplemente les ofrecemos una tarjeta de Proyecto Raquel [de ayuda a las mujeres que experimentan el síndrome post-aborto] por si la necesitan más adelante».

Se da la circunstancia de que entre los participantes en la campaña de oración y ayuno hay varias madres cuyos hijos pertenecen o simpatizan con la formación política que les ha denunciado públicamente. «Están acusando a sus propias madres. En la vigilia hay personas de todas las clases y barriadas de Cádiz. No somos simplemente los de la acera de enfrente, y ellos son tíos y primos de muchos de nosotros», explica Federico.

Durante los días de oración ante los abortorios, Federico ha visto que «hay mucha más gente que nos apoya que los que no. Muchos al pasar te dicen: “Mucho ánimo”». Por eso piensa que la lucha contra el aborto «no es una cuestión política ni ideológica, es un problema moral» que al ser discutido ahora en las familias «está produciendo una tolerancia más grande. Muchos seguirán pensando lo mismo que hasta ahora, pero al menos ahora se están dando cuenta de que no buscamos problemas», dice Federico.