Buffon, de la Eurocopa a Medjugorje - Alfa y Omega

Buffon, de la Eurocopa a Medjugorje

El portero de la selección italiana de fútbol, Gianluigi Buffon, prometió a su entrenador que le acompañaría en una peregrinación a un monasterio si ganaban la final. Italia perdió estrepitosamente contra España, pero Buffon ha querido peregrinar igualmente. No al monasterio de Bieleny, sino a Medjugore

José Calderero de Aldecoa

Dos días después de que Italia perdiera la final de la Eurocopa contra España, el portero de la selección azzurra, Gianluigi Buffon, acudió en peregrinación al santuario mariano católico de Medjugorje.

El entrenador italiano Cesare Prandelli peregrinó en tres ocasiones durante el campeonato de Europa para agradecer las victorias de su equipo frente a Irlanda, Inglaterra y Alemania. El seleccionador y su equipo técnico completaron 42 kilómetros a pie como gesto de agradecimiento, cada vez que su equipo se clasificaba para una nueva fase de la Eurocopa. Antes de jugar el partido contra España, el portero, Gianluigi Buffon, prometió sumarse a su entrenador y recorrer a pie los 21 kilómetros que separan su residencia durante el campeonato del monasterio de Bieleny, en caso de que proclamaran campeones.

Italia recibió un duro golpe deportivo, perdiendo contra el combinado español por 4-0. Pero Buffon qiuso peregrinar de todos modos. No lo ha hecho al monasterio de Bieleny, sino al santuario de Medjugorje, en el que ha estado esta semana, de martes a jueves. El gesto tiene un valor especial, si se piensa que los futbolistas que disputan la Eurocopa tienen unas vacaciones más cortas que el resto, y más si llegan a la final.

Gianluigi Buffon, ha querido pasar dos días junto a la Virgen, en el santuario situado en el pequeño pueblo de Medjugorje en Bosnia y Herzegovina, al que, desde 1981, han peregrinado más de 20 millones de personas de todas partes del mundo.

Hace pocos días, el también italiano Roberto Mancini, entrenador del equipo inglés Manchester City, acudió en peregrinación a Medjugorje.

Antes de morir, Juan Pablo confesó a una de las presuntas videntes: «Le agradezco, Sofía, por todo lo referente a Medjugorje. También yo voy allí a diario en la oración:estoy unido a todos lo que van allí a rezar y que allí mismo reciben la llamada a la oración. Hoy comprendemos mejor esta llamada».