Nuestra Señora de los tiempos difíciles - Alfa y Omega

Nuestra Señora de los tiempos difíciles

Peregrinar a Lourdes o a Fátima, como acaba de hacer el Santo Padre Benedicto XVI, es una devoción al alcance de muchos. Pero nuestros hermanos de tierras perseguidas, que no lo tienen tan fácil, no se quedan de brazos cruzados: todos tienen a la Virgen como guía y se juegan la vida para, en este mes de mayo, proclamar su amor por ella. María es, más que nunca, Madre de los perseguidos

Cristina Sánchez Aguilar
Procesión de los católicos chinos con la Virgen de Seshan

María, Madre de China. Los católicos chinos tienen una extraordinaria devoción a la Virgen: es para ellos fuente de fuerza, valor y sabiduría, por lo que, cada 24 de mayo, peregrinan al santuario mariano de Seshan, a 50 kilómetros al sur de Shanghai. Allí se venera una imagen de María, bajo la advocación de Nuestra Señora Auxilio de los Cristianos, que eleva en sus hombros a Jesús Niño, con los brazos en Cruz.

La Asociación Patriótica de Católicos Chinos, que organiza la vida religiosa en el país y cuyos hilos mueve directamente el Gobierno de Pekín, se encarga de poner numerosas trabas a las peregrinaciones al santuario. Incluso, las visitas individuales se permiten sólo a quienes se registran ante la Asociación.

Pero ni los impedimentos gubernamentales, ni el desarrollo económico que pretende banalizar las conciencias, son capaces de anular el fuerte deseo de vida espiritual de la población china, que cada vez tiene más necesidad de Dios.

María, la Madre valiente, la Madre escondida, es la Madre de toda China.

María, Madre de Egipto. Mientras persiste la discriminación que convierte a los cristianos egipcios en ciudadanos de segunda, la persecución violenta tiende a aumentar de forma paralela a la islamización de la policía. Pero María cuida de sus hijos en tierra egipcia.

Las iglesias en El Cairo, coptas y católicas, conviven con mezquitas y sinagogas. La llamada Iglesia Colgante, dedicada a Santa María Virgen, se alza sobre todos los lugares de culto para dejar admirar la belleza de la Madre. Siguiendo el curso del Nilo hacia el sur, el santuario mariano de Meadi es el lugar de peregrinación por excelencia.

Según cuenta la tradición, se encontró un Evangelio flotando sobre las aguas, y a raíz de este descubrimiento se sucedieron los milagros. El santuario es muy frecuentado, incluso por los musulmanes, ya que el Corán contiene muchos pasajes concernientes a María. Michele Zanzucchi, en su periplo por tierras del Islam, preguntó al vendedor de postales de la puerta por los asiduos a visitar a la Virgen: «No siempre consigo reconocer quienes son musulmanes y quienes cristianos, pero siempre sé quienes son religiosos y quienes no. Los primeros sonríen; los otros están serios y son poco sociables. María siempre sonreía».

María, Mariam, la Madre sonriente, la Madre de belleza infinita, es la Madre de todo Egipto.

María, Madre de Vietnam. La Comisión para la Libertad Religiosa de Estados Unidos ha propuesto volver a colocar a Vietnam en la lista de países especialmente preocupantes en materia de libertad religiosa. Especialmente duras son las medidas con los fieles que se oponen a la confiscación de las propiedades de la Iglesia, o los arrestos a los cristianos acusados de pertenecer a Iglesias no registradas. Persecución que se inició ya en el año 1798, cuando la dinastía Nguyen declaró a la Iglesia católica como una secta y se propuso exterminar a los católicos. La primera aparición de la Virgen de La Vang tuvo lugar en un bosque, donde los cristianos se escondían de la persecución. Prometió que, desde ese día, todas las personas que fueran a ese lugar a rezar, serían recompensadas. Desde entonces, la Virgen de La Vang recibe peregrinaciones anuales.

María, la Madre protectora, la Madre preocupada, es la Madre de todo Vietnam.