Más de 1.500 migrantes han muerto este año en el Mediterráneo - Alfa y Omega

Más de 1.500 migrantes han muerto este año en el Mediterráneo

CEAR responsabiliza del aumento de las muertes a las políticas europeas y denuncia que hay cerca de 65.000 refugiados «atrapados» en Grecia. Aumentan los casos de trata con mujeres y niños

Redacción
Naufragio el pasado miércoles cerca de las costas de Libia, en el que murieron al menos 34 personas, entre ellas varios niños. Foto: Getty Images

Los datos reflejan un drástico descenso en el número de llegadas —60.521 este año frente a 193.333 en 2016—, pero en cambio alertan de una subida en la cifra de fallecidos. Si el año pasado por estas fechas habían muerto 1.398 personas, este año ya han perecido 1.530, en su mayoría (1.442) en la ruta hacia Italia.

Una de las últimas tragedias tuvo lugar esta semana, debido al naufragio de una embarcación en la que viajaban unos 500 migrantes y refugiados. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha confirmado el hallazgo de 34 cuerpos, si bien las instituciones no han podido aclarar cuántas personas habrían muerto en total.

Un portavoz de la OIM, Flavio Di Giacomo, ha advertido de que entre el martes y el jueves fueron rescatadas en el Mediterráneo casi 6.000 personas, todas de ellas procedentes de Libia. El descontrol en que vive sumido el país norteafricano ha dado pie a que se haya convertido en feudo de mafias y punto de salto hacia Europa.

Las ONG que participan en las operaciones de rescate han reclamado a los líderes del G-7, reunidos este viernes en Taormina (Italia), que tomen medidas para evitar nuevas muertes en el Mediterráneo. Una de las reclamaciones recurrentes es la habilitación de un paso seguro que evite a quienes huyen de la violencia y la pobreza arriesgar sus vidas.

Atrapados en Grecia

El cierre de la ruta de los Balcanes y el acuerdo de la UE con Turquía son la causa de este incremento de muertes, un 25 % superior en 2016 que el año anterior. Así lo ha denunciado la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), que presentó el viernes en Mérida el informe “Atrapados en Grecia. Un año después del acuerdo UE Turquía”, en el que afirma que las políticas de la Unión Europea han convertido a Grecia en «una ratonera» para más de 62.000 personas que llegaron al país en busca de refugio, un 47 % más con respecto al periodo anterior a la firma del acuerdo.

Las 62.184 personas «atrapadas» en Grecia viven de forma «terrible» y muestran síntomas «de angustia y duelo» debido a las malas condiciones en los centros y los campos, las largas esperas, la falta de información y la incertidumbre, según CEAR.

«Europa ha jugado con la situación geográfica de Grecia y las fronteras de los países vecinos para convertir a este país en el gran campo de refugiados de la UE, convirtiéndose en un obstáculo insuperable en la ruta de los refugiados», dijo Estrella Galán, secretaria general de CEAR.

Según la coordinadora de Incidencia y Participación Social de la organización y coautora del informe, Nuria Díaz, la situación que viven las personas refugiadas en Grecia es la prueba de que «mientras la Europa de los derechos humanos se desvanece, la Europa Fortaleza se hace más sólida».

El informe hace mención especial a dos colectivos especialmente vulnerables: los menores no acompañados y las mujeres. En el primer caso, CEAR ha documentado que los menores no acompañados no están teniendo acceso a recursos de acogida específicos, dado que el Estado griego no cuenta con suficientes plazas, así como casos de trata, abuso y grave deterioro. Ante esta situación, la organización hace un llamamiento al Estado español y al resto de administraciones públicas para que se impliquen en el traslado y acogida urgente de estos menores. «Solamente se han reubicado 361 menores desde la entrada en vigor del acuerdo», señala.

Por otro lado, la organización denuncia que la situación de las mujeres refugiadas es particularmente grave. Sus «cuerpos son objeto de violencia e instrumentalización por parte de sus familias y otros actores», afirma el informe. Los relatos de las mujeres apuntan al «miedo y la inseguridad, la falta de aseos y espacios seguros» para ellas, así como alimentación deficiente, particularmente grave en el caso de mujeres embarazadas y lactantes.

El 10 % de las mujeres refugiadas en las islas están embarazadas.

Europa Press / Redacción