Monseñor De Wit ya es el nuevo embajador del Papa en la República Centroafricana - Alfa y Omega

Monseñor De Wit ya es el nuevo embajador del Papa en la República Centroafricana

El secretario de la Santa Sede para las Relaciones con los Estados, el arzobispo británico monseñor Paul Richard Gallagher, ha presidido el sábado en la catedral de Valencia la ordenación episcopal del sacerdote valenciano monseñor Santiago de Wit Guzmán, recientemente nombrado por el Papa Francisco nuncio apostólico en la República Centroafricana y Chad. En la Misa concelebraron un total de tres cardenales –dos de ellos, los cardenales Antonio Cañizares y Carlos Osoro, arzobispos de Valencia y Madrid, respectivamente–, tres nuncios apostólicos y una veintena de cardenales, arzobispos y obispos de toda España, así como 200 sacerdotes

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Foto: AVAN/I. Miñana

En la homilía, monseñor Paul Richard Gallagher destacó que «Santiago de Wit ha regresado al lugar donde fue criado, ha entrado en esta magnífica catedral y ha escogido las palabras de Isaías, “el espíritu del Señor está sobre mí”, con las que inaugura su ministerio en la República Centroafricana y en el Chad».

El secretario de la Santa Sede subrayó, dirigiéndose a monseñor De Wit, que su ordenación episcopal tiene lugar «rodeado por las comunidades que te han formado y te han hecho ser quien eres, y donde tu vocación sacerdotal ha sido alimentada», en referencia a su familia, la comunidad eclesial y sacerdotal «que te apoyan y animan».

Monseñor Gallagher hizo mención al lema episcopal elegido por monseñor De Wit, La vida que vivo en el presente en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios (In fide vivo Filii Dei), según las palabras de san Pablo a los Gálatas, «fe que continuará empujándote en tu nuevo ministerio de obispo y nuncio».

Por último, el Secretario de la Santa Sede recordó que monseñor De Wit, como nuncio apostólico, es «embajador del Papa» en los países asignados, donde deberá intentar «que la relación con las comunidades civiles se inspiren en la imagen evangélica del Buen Pastor, y deberá hacer cada vez más estrechos y operativos los vínculos que unen a la sede apostólica con las Iglesias locales».

Agradecido por la confianza del Papa

Monseñor Santiago de Wit agradeció, al final de la Misa, «la confianza del Santo Padre y de la Secretaría de Estado con el nombramiento» y «la acogida del cardenal Cañizares, su alegría, entusiasmo y generosidad al poder celebrar, en esta catedral, este acontecimiento tan especial para mí y para toda mi familia, así como el trabajo de todas las personas involucradas en la preparación del acto».

Igualmente, el nuevo nuncio recordó los «primeros discernimientos en el colegio de El Pilar y en la parroquia de San Pascual Bailón, en Valencia; los años de seminario en El Patriarca; de vicario en Oliva; los estudios en Roma y los casi 19 años de servicio a la Santa Sede en diversas nunciaturas, una experiencia que confirma la invitación del Santo Padre a ser tierra de encuentro, a construir cuantos puentes sean necesarios para superar rechazos y divisiones, a ser instrumento de paz y reconciliación».

Por último, dio las gracias «a Dios, a mi familia; a mi padre, que se fue no hace mucho porque me enseñó a ser fuerte; a mi madre, por ser la mejor creyente que conozco; a mis hermanos, porque no sería lo que soy sin vosotros, con especial mención a los que se fueron demasiado pronto; a mis familiares, amigos, párrocos, sacerdotes y obispos, a la Conferencia Episcopal Española y todos los presentes».

Durante la liturgia de ordenación episcopal, tras la presentación del nuevo obispo y la lectura del mandato apostólico del Papa Francisco, ha tenido lugar la imposición de manos por parte de monseñor Gallagher y de todos los obispos concelebrantes sobre monseñor De Wit, quien ha recibido el Libro de los Evangelios, el anillo episcopal, la mitra y el báculo como signo de su ministerio pastoral.