Un Papa español - Alfa y Omega

Un Papa español

Jesús Junquera Prats

Es tradición que se considere al Papa san Dámaso I como el Papa español, ya que sino él, pudo ser su madre la que nació en los alrededores de Madrid. Dámaso I nació en el año 304 y murió en el 384 en Roma. Su vida coincidió con la legitimación del cristianismo por el emperador Constantino y continuada por Teodosio I, quien reconoció la fe cristiana como religión de Estado.

Cuando Constantino II desterró al Papa Liberio, Dámaso le acompañó y, junto con otros sacerdotes, juró ante el pueblo no aceptar a ningún otro Papa. Finalmente le sucedió tras su muerte, en el año 366, tras una serie de disputas en las que se ocasionaron muertes. Fue así como el emperador Valentiniano puso fin a las trifulcas y restauró en el papado a san Dámaso.

Fue un Papa fuerte, al que le tocó luchar contra el arrianismo y contra gran cantidad de antipapas que surgieron en el momento sucesorio. También le tocó la nueva división del Imperio occidental y oriental romano. Supo ser unificador en la nueva etapa de unidad de la Iglesia y el imperio, y esto le llevó a ser calumniado continuamente.

San Dámaso convocó dos concilios en Roma en los años 368 y 369, en los que se condenaron las herejías del apolinarismo y el macedonismo. En el año 370 organizó en Roma un concilio para decidir las medidas a tomar contra el arrianismo.

Fue el creador de la doxología «Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén» y el que incluyo la voz hebraica Aleluya en la liturgia; pero, sobre todo, se le recuerda por ser quien ordeno a san Jerónimo la traducción al latín de la Biblia conocida como Vulgata.

En el año 374 hizo un decreto con un listado de los libros canónicos del Antiguo y Nuevo Testamento, y encargó la tarea a su secretario, san Jerónimo de ello. En el año 382 se instituyó en la Iglesia el canon bíblico con la lista del Nuevo Testamento de san Atanasio y los libros del Antiguo Testamento de la Vulgata, traducidos por San Jerónimo, siendo en realidad la primera Biblia que conocemos.

A los 80 años –18 de Papa– murió, el 11 de diciembre del 384. En Madrid se le recuerda con una parroquia y da nombre al seminario conciliar, denominado de La Inmaculada y San Dámaso.