Cuando se va a Cáritas... a hacer la compra - Alfa y Omega

Cuando se va a Cáritas... a hacer la compra

María Martínez López
Tienda Koopera en la calle Postas, de Vitoria. Foto: Cáritas Vitoria

El 57,8 % de los encuestados por el Informe FOESSA confía en recibir apoyo de entidades sociales como Cáritas o Cruz Roja ante un problema económico grave. No tantos (el 46,3 %) lo esperan de los Servicios Sociales, menos flexibles y con sus recursos reducidos.

Una muestra de cómo Cáritas ayuda a miles de familias a llegar a fin de mes son los 53 economatos de Valencia, donde sus usuarios pueden comprar una cantidad determinada de productos –según el tamaño de la familia– a mitad o un tercio de su precio; o incluso gratis.

Uno de los más veteranos –24 años– es el de Mare de Deu, en la ciudad del Turia. Se nutre de recogidas de alimentos, de donativos de empresas como Consum, y de lo que compra la propia Cáritas. En los peores años de la crisis, llegó a atender a 250 familias, en su mayoría parejas con niños. Ahora son 210, «sobre todo por los inmigrantes que volvieron a sus países. La situación mejora, pero muy poco a poco –asegura su responsable, Ascensió Asensio–. Cada mes salen dos o tres familias del sistema, pero entra una».

Muchos economatos surgieron durante la crisis, para dignificar el reparto de alimentos. «Ya no vienen a pedir, sino a comprar». Para Gelan Martínez la diferencia es enorme. Es responsable del de Torrent, que abrió hace un año y atiende a 1.300 personas de 200 familias. «Tenemos 40 productos, muchos de higiene, como pañales a 0,80 euros».

En otros lugares de Valencia, Cáritas empieza a trabajar para que sus usuarios compren de forma normal en tiendas con una tarjeta prepago. Un paso en este sentido lo ha dado la Cáritas de Benifayó. Su responsable, Conchín Alepuz, explica que a las 118 familias que reciben alimentos se les da también un vale para comprar en el mercado. «Todo el mundo está contento. Los vendedores a veces les ponen algo más por venir de Cáritas. Además, el mercado sortea cada semana 25 euros de compra entre los clientes, y hay gente que lo dona a Cáritas».

Ropa y trabajo

En Vitoria, las dos tiendas de Koopera –entidad de reciclaje vinculada a Cáritas– venden cada mes miles de prendas de segunda mano a un precio muy reducido, o las entregan gratis a quienes acuden derivados de Servicios Sociales o de la propia Cáritas.

Además de hacerle la vida más fácil a quienes tienen que apretarse el cinturón, las tiendas son parte de un proyecto de inserción laboral. Quienes clasifican, lavan, arreglan y planchan la ropa son los alumnos de un taller prelaboral, personas sin ingresos que mientras se forman reciben una beca básica. Por otro lado, la gestión del almacén y la atención al público corren a cargo de siete personas con un contrato de inserción, paso previo a su incorporación al mercado normal.

A pesar de toda esta labor, Sebastián Mora insiste en que «las entidades sociales no podemos ser garantes de los derechos humanos. Lo son las administraciones».