Volver a los orígenes es impulsar la evangelización - Alfa y Omega

Volver a los orígenes es impulsar la evangelización

Teresa Lapuerta
Celebración del novenario en honor al Sagrado Corazón de Jesús. Foto: Ángel Cantero

Del 15 al 23 de junio, Valladolid acogió la XVII Semana Diocesana del Corazón de Jesús, que se hizo coincidir con el novenario y que se celebró bajo el lema El tesoro escondido en el corazón de Cristo.

El arzobispo emérito de Madrid, cardenal Antonio María Rouco Varela, inauguró la semana y presidió el primer día del novenario, en presencia del cardenal arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez. Tras la Eucaristía, Rouco Valera disertó sobre El sentido de la consagración en España al Sagrado Corazón de Jesús que, a su juicio, debe ser exprimido «para que se convierta en clave de la renovación de la vida cristiana, de la pastoral de la Iglesia y de la evangelización».

Otros seis obispos predicaron la novena y disertaron en el santuario basílica de la Gran Promesa sobre la misericordia del Corazón de Cristo: el arzobispo emérito de Sevilla, cardenal Carlos Amigo; el obispo San Sebastián, José Ignacio Munilla; el arzobispo de Burgos, Fidel Herráez Vegas; el obispo auxiliar de Getafe, José Rico Pavés; el obispo de Santander, Manuel Sánchez Monge, y el obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello.

Según recordaron varios prelados, hay diócesis que tienen un don y una tarea especiales, y así como Ávila, cuna de santa Teresa de Jesús, nos recuerda el lugar primordial de la oración y de la unión mística con Dios, Valladolid –donde el beato Bernardo Francisco de Hoyos vivió y recibió la misión de difundir la devoción al Corazón de Cristo– es el lugar llamado a renovar y fortalecer la invitación a todo hombre que brota del Corazón de Jesús. Jesucristo nos revela en el símbolo de su corazón el amor de Dios, el perdón y la misericordia.

Un corazón que «primerea»

Junto a Valladolid, recordó Blázquez en su homilía final, hay otros dos lugares destacados en esta devoción: la borgoña francesa, donde vivió santa Margarita María de Alacoque, y Cracovia, cuna de santa Faustina Kowalska, porque en todos ellos se aparece el Corazón de Cristo para recordarnos que Dios nos ama, que nos guía, que nos ha elegido… Que ha tomado la iniciativa de llamarnos y amarnos, «que nos primerea», dijo parafraseando al Papa Francisco.

El novenario concluyó con una multitudinaria procesión en honor al Corazón de Jesús, que el viernes 23 de junio recorrió el centro de la ciudad. Con ella se dio por concluida la celebración.

De todo lo vivido estos días, el rector del santuario, Julio Alberto de Pablo, destaca la preparación que se ha ofrecido a familias durante meses para poder consagrarse al Corazón de Cristo. El 17 de junio, «en la Eucaristía de José Ignacio Munilla, unas 70 personas de toda España ofrecieron este acto sencillo pero profundo de consagrarse al Corazón de Jesús. Siguieron el ejemplo de tantos cristianos que a lo largo de los siglos han realizado el gesto de entregarse al Señor, de poner bajo el manto de su corazón misericordioso la propia realidad y constituirse en instrumentos de evangelización para establecer una civilización cimentada en el amor».