ISIS: ¿qué puedo hacer yo? - Alfa y Omega

ISIS: ¿qué puedo hacer yo?

Cada vez son más frecuentes las noticias de asesinatos cometidos por el Estado Islámico. ¿Qué podemos hacer nosotros los cristianos? Así podemos ayudarles:

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo

• Vivir la comunión de los santos: los primero que podemos hacer por las víctimas del ISIS y por aquellos hermanos nuestros en la fe perseguidos hasta la muerte en otras partes del mundo es rezar por ellos, acompañando nuestra oración con algún sacrificio, algo que nos cueste, que muestre nuestro dolor por el sufrimiento de nuestros hermanos.

• Vivir en gracia de Dios: vivir la comunión de los santos es vivir en primer lugar en comunión con el Cuerpo y la Sangre de Cristo. ¿Cuántos de los nuevos mártires no envidiarían nuestra facilidad para acudir al sacramento de la Reconciliación y recibir el Cuerpo de Cristo? Lo mejor que podemos hacer por ellos es vivir en gracia.

• Denunciar su situación: una buena manera de ayudar es impedir que su sacrificio quede en el olvido, denunciando sus penalidades en nuestro entorno, en las redes sociales, etc., siempre con un tono que no incite al odio ni a la violencia.

• Valorar a nuestros mártires: a lo largo de toda la Historia, la sangre de los mártires ha sembrado la tierra y ha dado origen a nuevas comunidades cristianas. La Iglesia en nuestro país no es una excepción; conocer la historia de nuestros mártires nos ayudará a valorar el sacrificio de nuestros hermanos de hoy.

• Ayudar económicamente: se puede hacer a través de organizaciones como Ayuda a la Iglesia Necesitada, una Fundación de Derecho pontificio que ayuda de manera especial a los cristianos perseguidos en todo el mundo, y que realiza periódicamente campañas en ayuda de los cristianos en Oriente Medio.

• Pedir su intercesión: muchos de los asesinados por el Estado Islámico lo son solamente por su fe en Cristo. Sin adelantarse a un futuro proceso canónico por parte de la Iglesia, podemos decir de ellos que sufren el martirio por causa de nuestra fe común. Ellos han llegado a la meta, y llevan en sus manos la palma del martirio. Están dando un precioso testimonio de fe en Cristo, y podemos tener la confianza de contar con su intercesión.

• Rezar por los asesinos: ellos también nos necesitan, y precisan de nuestras oraciones para su conversión. El Señor nos pide en el Evangelio: Rezad por los que os persiguen, amad a vuestros enemigos. Recemos asimismo por que nuestros hermanos en la fe que sufren persecución directa también puedan hacerlo.