Los obispos venezolanos piden a Maduro que retire la convocatoria de la Constituyente

Ya la Iglesia venezolana había calificado anteriormente esta Asamblea Constituyente como «innecesaria» e «inconveniente», que pretende hacer modificaciones a la Constitución Nacional poniendo en peligro el estado democrático en Venezuela.

Ante la grave crisis de escasez de alimentos, medicinas, y la inseguridad «qué está causando incontables víctimas, particularmente entre niños y personas mayores», los obispos advierten a Maduro que es urgente «reconocer la autonomía de todos los poderes públicos y trabajar conjuntamente con ellos, particularmente con la Asamblea Nacional y la Fiscalía General de la República»; «retirar la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente», y «asumir e implementar los acuerdos que se alcanzaron en la primera ronda de diálogo con la oposición».

Finalmente los prelados recordaron la atención y preocupación que mantiene el Papa Francisco por la situación en Venezuela, y manifestaron su disposición de ponerse «al servicio del encuentro y de la reconciliación entre todos los venezolanos».

Balance sobre la Red Panamazónica

El cardenal Cláudio Hummes, presidente de la Comisión Episcopal para la Amazonía, fue el invitado especial de la Conferencia Episcopal Venezolana. Hummes trazó un balance sobre el trabajo de la Red Eclesial Panamazónica (Repam), organismo que tiene como objetivo «crear conciencia de la importancia del Amazonas para la humanidad entera, y establecer entre las Iglesias de Sudamérica una pastoral conjunta y un modelo que esté al servicio de los pobres y del bien común».

Durante el encuentro, los obispos venezolanos presentaron su contribución con una serie de intervenciones. El arzobispo de Maracaibo, Ubaldo Ramón Santana Sequera, señaó que «la cuestión amazónica no es un tema que concierne solo a los políticos y a quienes viven en la zona, sino a todos aquellos que forman parte de la Iglesia». El arzobispo emérito de Coro, Roberto Lückert León, añadió que «el desarrollo de las minas en Venezuela ha destruido la ecología en la región amazónica, dañando gravemente la vida y la naturaleza de esta parte del país y generando un desorden existencial».