Entrenador de fútbol: «Oiga, deje aquí el crucifijo» - Alfa y Omega

Entrenador de fútbol: «Oiga, deje aquí el crucifijo»

David Vidal —hasta el pasado mes de febrero, entrenador del Albacete Balompié— no tuvo ningún reparo a la hora de interrumpir una rueda de prensa para evitar que fuera retirado un crucifijo: «Oiga, por favor, deje aquí el crucifijo, porque yo soy cristiano y no me gusta que retiren los crucifijos estando yo aquí»

José Calderero de Aldecoa

El entrenador de fútbol David Vidal cortó una rueda de prensa para pedirle a una persona que volviera a dejar el crucifijo, que acababa de quitar, en el mismo sitio: «Oiga, por favor, deje aquí el crucifijo, porque yo soy cristiano y no me gusta que retiren los crucifijos estando yo aquí», dijo en la rueda de prensa. Posteriormente, siguió sus explicaciones sobre el encuentro que debía disputar su equipo, el Albacete.

Esta defensa de la cruz no ha pasado inadvertida en la red, ya que el vídeo tiene 8.904 reproducciones y 29 personas lo han votado positivamente. Todos los comentarios escritos por los usuarios de Youtube alaban la actitud de Vidal: «Qué fácil es hoy día atacar algo que ha sido tan influyente en nuestra cultura como una Cruz. El periodista de turno trata el crucifijo como si fuese un trasto sin importancia. Bravo por David Vidal»; «Genio y figura»; o «Qué crack» son algunos de los comentarios.

Lleven con orgullo la cruz

Estos días, se libra en Estrasburgo una batalla legal en torno al crucifijo. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo está realizando la vista, a raíz del despido, en 2010, de dos mujeres —una azafata de vuelo y una enfermera— por negarse a retirar el crucifijo que colgaba de sus cuellos. El Gobierno británico rechazó apoyar a estas ciudadanas, al entender que llevar crucifijo no es precepto cristiano. En cambio, sí se reconoce el derecho, por ejemplo, de los sijs a llevar turbante en el trabajo, o de las musulmanas, a ponerse un pañuelo.

Ante esta situación, en el Domingo de Resurrección, el cardenal Keith O’Brien, Primado católico de Escocia, pidió a los cristianos «que lleven con orgullo un símbolo de la cruz de Cristo» durante sus actividades cotidianas, como modo de contrarrestar los esfuerzos de los grupos laicistas por «marginar la religión».