La Divina Misericordia, salvación para todos - Alfa y Omega

La Divina Misericordia, salvación para todos

El domingo 15 de abril, segundo Domingo de Pascua, celebramos la fiesta de la Divina Misericordia, que instauró Juan Pablo II para toda la Iglesia. Esta devoción se ha extendido en los últimos años por todo el mundo. Es una tabla de salvación que Jesús nos ofrece; como si nos dijera: A pesar de todo, os sigo amando y os perdono. Ofrecemos algunos artículos que Alfa y Omega ha publicado sobre la Divina Misericordia

Enrique García Romero

«Quiero sanar a la Humanidad doliente, abrazarla a mi Corazón misericordioso»

Dios confió a santa Faustina Kowalska (1905-1938) la misión de difundir un mensaje: «Te envío -le dijo Jesucristo- a toda la Humanidad con mi Misericordia. No quiero castigar a la Humanidad doliente, sino que deseo sanarla, abrazarla a mi Corazón misericordioso».

Según el rector del santuario de la Divina Misericordia en Madrid, don Diego Martínez, el mensaje que recibió santa Faustina es «una bocanada de consuelo ante el caos moral, espiritual y familiar que vivimos. Jesús nos ofrece la última tabla de salvación. Es como si nos dijera: A pesar de todo, os sigo amando y os perdono». Leerlo completo

Juan Pablo II, apóstol de la Divina Misericordia

Juan Pablo II fue beatificado el día de la Divina Misericordia. Ese día, Benedicto XVI llamó al Papa polaco Apóstol de la Divina Misericordia. Y añadió: «La fiesta de la Divina Misericordia es un don para nuestro tiempo, que experimenta más que nunca esta necesidad de misericordia y bondad». Leerlo completo

Dos grandes dones de Polonia a la Iglesia y al mundo

El mensaje de la Divina Misericordia y el Beato Juan Pablo II son dos dones grandes que Polonia ha dado a la Iglesia y al mundo. La religiosa polaca santa Faustina Kowalska fue la secretaria de Jesús, que le reveló el mensaje de la Divina Misericordia y el lema Jesús, confío en Ti. Y Juan Pablo II dijo: «No tengáis miedo, abrid las puertas a Cristo». Con ocasión de la beatificación de sor Faustina (1993), Juan Pablo II se refirió a su mensaje como un signo de los tiempos para nuestra época. Leerlo completo

«¡Cuánta necesidad de la misericordia de Dios tiene el mundo de hoy!»

Eso dijo el Beato Juan Pablo II en su visita al santuario de la Divina Misericordia, en Cracovia, el año 2002. También afirmó: «En todos los continentes, desde lo profundo del sufrimiento humano, parece levantarse la invocación de la misericordia. Es necesaria la misericordia para lograr que toda injusticia en el mundo encuentre su término en el esplendor de la verdad». Leerlo completo