El «prohibido quejarse» del Papa Francisco - Alfa y Omega

El «prohibido quejarse» del Papa Francisco

El Papa Francisco suele ser bastante críticos con los que se pasan el día quejándose. Lo ha puesto de manifiesto con sus palabras y ahora con un cartel en su habitación

Redacción
Foto: Vatican Insider

La foto, que ya se ha convertido en viral, la ha publicado este viernes el diario italiano La Stampa. Es la puerta de la habitación del Papa Francisco. Sobre ella hay un cartel en el que se puede leer perfectamente «Prohibido quejarse».

La letra pequeña añade más información: «Los transgresores están sujetos al victimismo con la consecuente disminución del humor y de la capacidad para resolver problemas». Apunta que la sanción es doble en caso de cometerla delante de niños y que «para ser mejor, hay que concentrarse en el propio potencial y no en los límites», para concluir taxativamente: «Deja de quejarte y actúa para hacer mejor tu vida».

Al margen de esta simpática imagen, que tomó un sacerdote italiano que visitó al Pontífice, lo cierto es que suele ser habitual que Francisco hable de las quejas en sus alocuciones, sobre todo en las que tienen lugar durante la Eucaristía matutina en Santa Marta. Recordemos algunas de sus palabras sobre las lamentaciones.

7/05/2013
El señor o la señora quejas

Durante la Misa en la Capilla de Santa Marta, apenas dos meses después de su elección, el Papa Francisco lanzó la primera advertencia sobre las quejas:

«Cuando llegan las dificultades, llegan también las tentaciones. Por ejemplo, el lamento: “Mira lo que se me viene encima”… un lamento. Y un cristiano que se lamenta continuamente, no puede ser un buen cristiano: es el señor o la señora quejas, ¿no? Porque siempre se lamenta de todo, ¿no? El silencio en el soportar, el silencio en la paciencia. Ese silencio de Jesús: Jesús en la Pasión no habló de más, solo dijo dos o tres palabras necesarias… Pero tampoco fue un silencio triste: el silencio de soportar la cruz no es un silencio triste. Es doloroso, a veces muy doloroso, pero no es triste. El corazón está en paz».

5/06/2014
Quejarse puede ser oración

Extracto de la homilía que pronunció durante la Eucaristía en la Capilla de Santa Marta:

«Y quejarse ante Dios no es un pecado. Un presbítero que conozco le dijo una vez a una mujer que se quejaba ante Dios por su calamidad: “Pero señora, aquella es una forma de oración. Siga adelante”. El Señor oye, escucha nuestros lamentos. Pensemos en los grandes, en Job, cuando en el capítulo III (dice): “Maldito sea el día en que vine al mundo”. Y Jeremías, en el capítulo XX (se lee): “Maldito el día…”. Se quejan incluso con una maldición, no al Señor, sino a esa situación, ¿verdad? Esto es humano».

30/09/2014
Nuestras quejas son teatrales

También en Santa Marta:

«Nuestra vida es demasiado fácil, nuestras quejas son teatrales. Delante de las quejas de tanta gente, de tantos hermanos y hermanas que están en la oscuridad, que han perdido casi la memoria, casi la esperanza —que viven un exilio de sí mismos, ¡son exiliados hasta de sí mismos!—, ¡lo nuestro es nada! También Jesús pasó por ese camino: desde la noche en el Monte de los Olivos hasta la ultima palabra de la Cruz: Padre, ¿por qué me has abandonado?».

13/07/2015

El Pontífice habló de los lamentos en su perfil de Twitter:

«Los milagros ocurren cuando sustituimos las quejas por la oración y los miedos por la fe».