El Camino Neocatecumenal prepara un gran encuentro por su 50º aniversario - Alfa y Omega

El Camino Neocatecumenal prepara un gran encuentro por su 50º aniversario

Kiko Argüello presentó este lunes el evento al Papa Francisco, que tendrá lugar en Roma el 8 de mayo de 2018

Redacción

El Camino Neocatecumenal prepara un gran encuentro para toda Europa y países del resto del mundo para celebrar los 50 años del Camino Neocatecumenal, un evento que tendría lugar en Tor Vergata, a las afueras de Roma, el 8 de mayo de 2018, coincidiendo con la fiesta de la Virgen de Pompeya y Nuestra Señora de Luján.

El iniciador de este itinerario de formación cristiana de adultos, Kiko Argüello, junto al sacerdote Mario Pezzi —ambos forman el equipo responsable internacional— presentaron el proyecto este lunes en el Vaticano al Papa Francisco en una audiencia privada, que les ha mostrado su respaldo.

En encuentro internacional consistiría en un envío de comunidades en misión a parroquias que lo necesiten. Las comunidades enviadas han terminado este recorrido de educación a la fe y, a petición de los párrocos, acudirían a otras parroquias para evangelizar a los alejados, normalmente a zonas degradadas de las ciudades.

El Santo Padre acogió muy bien la invitación y mostró su deseo de participar en el encuentro, por lo que lo invitó a ponerse de acuerdo con su vicario, monseñor Angelo de Donatis, para comenzar cuanto antes los preparativos. Además, el Papa Francisco volvió a animar a Kiko y al padre Mario a continuar con la labor evangelizadora y reconoció los frutos que el Camino tiene en todo el mundo.

Recuerdo de Carmen Hernández



El pasado 18 de agosto, el Santo Padre envió también una carta a Kiko Argüello agradeciéndole el envío del libro en el que se recogen los diarios de Carmen Hernández desde 1979 a 1981 y que fue publicado recientemente en España. «Me alegra mucho que a través de esas páginas se haga patente el testimonio de un gran amor a Jesús», escribe el Papa. «Dios ayude al Camino para que siembre en todo momento el Evangelio con alegría y sin reservas, con fe y humilde obediencia», añade.