El Papa en la Misa de Bogotá: «La sangre de los inocentes clama al cielo» - Alfa y Omega

El Papa en la Misa de Bogotá: «La sangre de los inocentes clama al cielo»

El Papa concluyó su primera jornada en Colombia celebrando la Eucaristía para 1.300.000 personas en el parque Simón Bolívar de Bogotá. Denunció «las tinieblas de falta de respeto por la vida, que siega a diario la existencia de tantos inocentes cuya sangre clama al cielo»

Redacción
El Papa celebrando la Eucaristía en el parque Simón Bolívar de Bogotá el 7 de septiembre de 2017. Foto: AFP Photo/Rodrigo Arangua

En su homilía, Francisco enumeró los males que aquejan al que definió como «un hermoso país», y destacó «las tinieblas de la falta de respeto por la vida humana, que siega a diario la existencia de tantos inocentes, cuya sangre clama al cielo». Estas tinieblas tiene como consecuencia «la sed de venganza y odio que mancha con sangre humana las manos de quienes se toman la justicia por su cuenta; las tinieblas de quienes se vuelven insensibles ante el dolor de tantas víctimas».

La injusticia y la inequidad social o los intereses corruptos de personas y grupos «que consumen de manera desaforada lo que está destinado al bienestar de todos» son las otras tinieblas que ensombrecen un país donde «se encuentran multitudes anhelantes de una palabra de vida, que ilumine con su luz todos los esfuerzos y muestre el sentido y la belleza de la existencia humana. Estas multitudes de hombres y mujeres, niños y ancianos habitan una tierra de inimaginable fecundidad, que podría dar frutos para todos».

La solución no es, recalcó, «enredarnos en discusiones interminables» o «hacer un elenco de esfuerzos que han terminado en nada». Y se refirió al periodo en el que el país tuvo 16 presidentes en seis años «y pagó caro sus divisiones» o «los trabajos pastorales vanos e infructuosos» de la Iglesia en Colombia. Pero «también somos capaces de confiar en el Maestro, cuya palabra suscita fecundidad incluso allí donde la inhospitalidad de las tinieblas humanas hace infructuosos tantos esfuerzos y fatigas».

El Papa recordó a los presentes que, cada uno tiene una responsabilidad en el cuidado de la vida humana, «particularmente cuando es más frágil y vulnerable: en el seno materno, en la infancia, en la vejez, en las condiciones de discapacidad y en las situaciones de marginación social». También «las multitudes que viven en Bogotá y Colombia «pueden llegar a ser verdaderas comunidades vivas, justas y fraternas si escuchan y acogen la Palabra de Dios».

El Santo Padre vuela hoy a Villavicencio para presidir el gran encuentro de reconciliación nacional y beatificar a dos mártires: un obispo asesinado en 1989 por el grupo guerrillero ELN y un sacerdote víctima de la violencia política desatada en 1948.