El cardenal Grocholewski pide respeto a la libertad de educación - Alfa y Omega

El cardenal Grocholewski pide respeto a la libertad de educación

Ricardo Benjumea

Al cardenal Zenon Grocholweski le extraña que en España quiera hacerse «un problema de la educación religiosa», cuando en países «más liberales», como Bélgica y Holanda, «las escuelas y las universidades católicas son pagadas por el Estado». El Prefecto de la Congregación para la Educación Católica estuvo el viernes en la Universidad Pontificia de Salamanca y expresó su extrañeza por esta cicatería. Los países que apoyan económicamente este tipo de enseñanza –aclaró– no lo hacen «por amor a la Iglesia», sino por «respetar el derecho de los ciudadanos a escoger su propia educación».

La visita del cardenal curial a Salamanca coincidió con la polémica sobre el nuevo currículo de Religión católica. El Secretario General del Partido Socialista, Pedro Sánchez, había anunciado el jueves, en el Foro Líderes, que, si llega a gobernar, promoverá «una revisión del Concordato de la Santa Sede» (sic). «Creo en un Estado laico y, en consecuencia, debemos caminar hacia esa meta», dijo.

Las críticas contra la asignatura estuvieron muy presentes, el sábado, en la Jornada diocesana de Enseñanza de Madrid. «Hay mucho de visceral y muy poco de reflexión», dijo a este semanario el Delegado de Enseñanza, Avelino Revilla. «El problema no es que haya mucha gente que no comprenda el valor de la clase de Religión. Pensar eso es un buenísimo bastante estúpido. El problema es que hay mucha gente que no quiere respetar la libre elección de las familias, y no quiere Religión en la escuela bajo ningún concepto, sin atender a razones. Es gente que rechaza a Jesús, y a la que les molesta nuestra presencia. porque pone en cuestión su vida y su forma de controlar la enseñanza desde la ideología».

Desde la Conferencia Episcopal, el director del Secretariado de Enseñanza y Catequesis, José Miguel García, dijo que, tras las críticas contra la asignatura de Religión, se detecta una concepción «profundamente laicista» de la organización del Estado. «Esto yo lo llamo intransigencia», dijo en declaraciones a Efe, y subrayó que «ni el Estado español ni los partidos tienen derecho a asumir la educación de los hijos. Éste es un derecho de los padres, y lo que tiene que hacer el Estado es posibilitar esa educación, garantizando en los colegios la presencia de profesores que expliquen la religión que elijan los padres o los chicos, sea la islámica, la judía, la protestante o la católica». García denunció, además, «la presión de algunos directores» que ponen trabas o no ofertan la asignatura de Religión. Este «ambiente hostil» explica, a su juicio, el ligero descenso en la elección de esta asignatura, por la que siguen optando dos de cada tres alumnos, según recordaba la pasada semana, en un comunicado, la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (CONCAPA).

CONCAPA pedía «no minusvalorar el derecho constitucional de los padres a elegir la formación de sus hijos conforme a sus convicciones religiosas o morales», y lamentaba que la nueva ley educativa permite a las Comunidades Autónomas reducir la asignatura a 45 minutos semanales en Primaria, «un tiempo insuficiente para proporcionar un mínimo conocimiento de la materia». En Bachillerato, la situación es aún peor, ya que «la enseñanza de la Religión queda a merced de la opción libre de las Comunidades Autónomas, e incluso de los centros, lo que supone su práctica desaparición».