Maps to the stars. Cuando ganas el mundo…, y te pierdes a ti mismo - Alfa y Omega

Maps to the stars. Cuando ganas el mundo…, y te pierdes a ti mismo

El famoso director canadiense David Cronenberg (Una historia de violencia, Promesas del este…) tiene la ventaja de que siempre explora nuevos terrenos y nunca se repite, pero no olvidemos que en toda su filmografía mantiene un factor común que es su interés por bucear en el lado oscuro del ser humano

Juan Orellana

Sexo, violencia, corrupción, poder… son filtrados por una mirada inteligente a la vez que cínica, vigorosa a la vez que provocadoramente hiperrealista, crítica a la vez que ribeteada de nihilismo. Cronenberg tiene algo de Haneke, pero con una sangre más vivaz que la que corre por el Viejo Continente.

Su último trabajo, Maps to the stars, se suma a la lista de películas que ofrecen una demoledora radiografía del mundo de la fama, del infierno que a menudo se oculta tras las estrellas de cine. Recientemente ha sorprendido la fuerza de Birdman, la cinta de González Iñárritu ganadora del Oscar, que disecciona las turbulencias del ego de un actor veterano que ya no es lo que fue, pues la edad es un cruel enemigo en Hollywood.

Cronenberg plantea, cómo no, un escenario mucho más sórdido, en el que el veneno de la fama ha picado a un chaval de 13 años, Benjie Weiss, utilizado por sus padres para ganar dinero y para ocultar la tragedia secreta de la familia. Detrás de una historia asfixiante de incestos, homicidios, trastornos psíquicos y desviaciones sexuales, Cronenberg nos hace un retrato del Hollywood de las apariencias, un mundo poblado por depredadores, personas vacías de las que sólo queda el maquillaje, inocencias violadas en nombre del éxito y de la fama.

Sin embargo, esta podredumbre está dibujada con trazos luminosos, con una paradójica puesta en escena diáfana, en la que la procesión va por dentro. Valga como ejemplo la mansión de la familia Weiss, exhibicionista y trasparente, metáfora para que todo el mundo vea todo sin ver nada. Pero retratar la esquizofrenia de ese mundo requiere, sobre todo, de unas interpretaciones muy complejas, que muestren la letal ambivalencia de los personajes. Y en esto la oscarizada Julianne Moore, que encarna a una actriz con tanta ambición como poca autoestima, Havana Segrand, lo hace a la perfección. Por su parte, los hermanos Agatha (Mia Wasikowska) y Benjie Weiss (Evan Bird) representan brillantemente la inocencia corrompida, son tanto víctimas como protagonistas del mal, y en ellos la película es donde más pone el dedo en la llaga. El matrimonio Weiss, interpretado por John Cusack y Olivia Williams, personifica el statu quo de quienes se han acostumbrado a vivir en la mentira y se han ido vaciando de su dignidad, dejando sólo rencor y dolor. Por último, Robert Pattinson hace de puente con el espectador: acaba de llegar a Hollywood lleno de ilusiones, hace sus pinitos como figurante, escribe sus bocetos de guión y se gana la vida como chofer de limusinas. Aún no está corrompido, pero es cuestión de tiempo, como vemos a lo largo de la película cuando las depredadoras como Havana quieran extirparle cualquier residuo de pureza y honestidad.

Maps to the stars
Director:

David Cronenberg

País:

Canadá

Año:

2014

Género:

Drama

Público:

+16 años