Del Papa de Hitler, al Papa de los judíos - Alfa y Omega

Del Papa de Hitler, al Papa de los judíos

Jesús Colina. Roma

Para algunos que consideraban a Pío XII como el Papa de Hitler, hoy se ha convertido en el Papa de los judíos. Así puede resumirse la película Shades of Truth (Matices de verdad), presentada en estreno mundial el 2 de marzo pasado en Roma.

La película, dirigida por Liana Marabini, cuenta la historia de David Milano (interpretado por David Wall), periodista italoamericano de origen judío, que investiga la vida del Papa Eugenio Pacelli. La película comienza cuando David entra en un bar para encontrarse con su novia, Sarah, para pedirle que se case con él. Ella acepta, pero, mientras festejan ese momento mágico, les sorprende en la televisión una entrevista (ésta no es ficción, sino historia) en la que el neoyorquino Gary Krupp asegura que, como judío, tiene la obligación moral de expresar su gratitud por un Papa que salvó a decenas de miles de perseguidos durante la Segunda Guerra Mundial. Sarah está de acuerdo con Krupp, mientras que David asegura que Pío XII era un espía de los nazis. La conversación acaba en discusión. Sarah se quita el anillo de prometida y le dice a David:

«Quizá deberíamos reflexionar algo más antes de tomar esta decisión importante. Dudo seriamente de tu sentido de justicia. No creo que estés listo para ser un marido, al menos para ser mi marido». Dolido, David le dice a la directora de la revista para la que trabaja que quiere tomarse un año sabático, pero en realidad decide investigar sobre la figura de Pío XII y emprende su viaje a Roma. Logra acceder a la Biblioteca Vaticana y al Archivo Secreto. Conoce al cardenal Ennio Salvemini (Christopher Lambert), quien trabaja en la Causa de beatificación de Eugenio Pacelli. La investigación continúa en Berlín, donde el periodista encuentra a la Madre Maria Angelica (Marie-Christine Barrault), y en Jerusalén, donde visita el Memorial de las víctimas del Holocausto, Yad Vashem. Más tarde, recibe en Roma a Sarah, quien trae a David una caja llena de recuerdos de su tía. El periodista encuentra entre las fotos de familia un rosario en el que hay una nota escrita por su madre en la que se podía leer:

«Visita la tumba de Pío XII como gesto de gratitud por habernos salvado la vida. Que Dios, el Dios de todos los hombres, le bendiga siempre».

La película se basa en más de cien mil páginas de documentos y testimonios que hasta ahora no habían sido considerados seriamente por la gran pantalla. Ahora bien, para que los historiadores puedan pronunciar un juicio definitivo se está esperando la apertura del Archivo Secreto del Vaticano sobre la Segunda Guerra Mundial. El Papa Francisco ha manifestado su deseo de que ese material sea puesto a disposición de los historiadores cuanto antes. Quizá el anuncio de la apertura tenga lugar en este mismo año. Todo depende del tiempo que lleva terminar la catalogación de la ingente cantidad de documentos recogidos en ese Archivo.