«Los periodistas ven novedades donde no las hay» - Alfa y Omega

«Los periodistas ven novedades donde no las hay»

El Presidente del Consejo Pontificio para la Familia, monseñor Paglia, y el arzobispo de Barcelona, el cardenal Martínez Sistach, participan, los próximos 1 y 8 de marzo, en un ciclo de conferencias dedicado al Sínodo, en la basílica de la Purísima Concepción de Barcelona. El domingo, en la conferencia inaugural, Giovanni Maria Vian habló sobre Sínodo real y el que presentaron los medios

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El Papa, con la prensa, en su vuelo a Sri Lanka

La Iglesia no inventó la familia. La familia es una realidad humana que ha variado mucho en los siglos y que en sí encierra una realidad humana profunda: el encuentro entre el hombre y la mujer, que es imprescindible para ser humano. Todos hemos nacido de una madre y de un padre, no todos somos madres o padres, por miles de razones, pero todos somos hijas o hijos, miembros de una familia pequeña, grande, unida, desgarrada, con problemas, feliz, o todo esto al mismo tiempo. Nuestras familias viven, y nosotros mismos vivimos, en una realidad que a lo mejor no nos gusta, o que es problemática: desempleo, desentendimientos, traiciones, decepciones. Por esto, el Papa ha querido convocar un Sínodo que ha despertado un enorme interés.

Hoy, la familia es despreciada, maltratada, y lo que se nos pide es reconocer qué bello, qué verdadero y qué bueno es formar una familia, ser una familia hoy, qué indispensable es esto para la vida del mundo y el futuro de la Humanidad. Se nos pide poner en evidencia el proyecto de Dios sobre la familia y ayudar a los esposos a vivirlo con gozo, acompañándolos en tantas dificultades con una pastoral inteligente, con coraje y con amor. Esto es lo que ha hecho el Sínodo extraordinario y esto lo que están haciendo muchas comunidades católicas en todo el mundo.

El Sínodo de los medios y el Sínodo de los Padres: Benedicto XVI ha usado esta expresión para hablar sobre el Concilio Vaticano II, y la diferencia que hubo entre el Concilio de los medios de comunicación y el Concilio real. Lo que observó Benedicto XVI sobre el Concilio de los medios y el Concilio de los Padres se está produciendo ahora respecto al Sínodo y los medios de comunicación actuales.

Concluyendo los trabajos del Sínodo extraordinario, el Papa Francisco pronunció un discurso muy importante. Habló de tentaciones, y dijo que muchos comentaristas y mucha gente que opina han imaginado ver una Iglesia que pelea entre sí, donde buena parte está en contra de la otra, poniendo en duda también la presencia del Espíritu Santo, que es el verdadero promotor y garante de la unidad y de la armonía en la Iglesia.

El director de L’Osservatore durante su conferencia en Barcelona

Después, el Papa ha lanzado un mensaje de seguridad. Ha dicho que era necesario vivir todo esto con tranquilidad y con paz interior también, porque el Sínodo se desarrolla cum Petro et sub Petro, con el Papa y bajo el Papa. Y añadió: «La presencia del Papa es garantía para todos». Los medios, evidentemente, tienen que vender y venden las cosas más suculentas. Lo puedo decir porque me ocupo de periódicos desde hace mucho tiempo, y lamentablemente el nivel ha bajado mucho. Ojalá el nivel fuera el nivel que había durante el Concilio Vaticano II. Ahora es mucho más bajo. Hoy los periodistas ven novedades donde no las hay. Si el Sínodo habla de la atención a los divorciados y a las personas homosexuales con palabras del Catecismo, estos periodistas no se dan cuenta y piensan –o quieren pensar– que el Papa y la Iglesia van a cambiar la doctrina. El Papa ha tenido que decir varias veces: «Yo soy un hijo de la Iglesia».

Todos estamos llamados

En cuanto a la atención pastoral, es cosa de nuestros pastores, de los curas, pero en la atención pastoral estamos todos. La mayoría de los religiosos son mujeres. ¿Cómo excluir entonces a las mujeres, las religiosas, de la tarea pastoral; o cómo excluir a los laicos y las laicas? Entonces, la atención pastoral que cada católico tiene que ejercer ante las situaciones más difíciles no es algo novedoso.

Dice el Evangelio que tenemos que resplandecer en nuestras obras para que pueda pasar la luz del Señor. Esto tenemos que aplicarlo a este camino, a este Sínodo al que todos estamos llamados, cada uno como pueda, con la oración, con el testimonio, con buenos consejos. Cada uno tiene seguramente los medios para llegar a las fuentes de la tradición cristiana; y cada uno, ayudado por sus pastores, sacerdotes, religiosas, madres, hermanos, hermanas, amigos…, podrá contribuir a que este Sínodo de los medios –que ha sido útil porque ha atraído mucha atención y nos llama a una responsabilidad– pase a segundo plano, y en primer plano aflore el Sínodo de los Padres, el Sínodo real, que no es nada más que el camino cristiano de cada día.

[Extracto de la conferencia de G. M. Vian en Barcelona]