Un final feliz - Alfa y Omega

Un final feliz

Maica Rivera

Safier da voz a Nellie Oswald, una dibujante de cómics naíf y bastante friqui que, a punto de cumplir los 30, se define básicamente como una chica que «sigue soñando con el gran amor y ese hombre tan especial». Los dos primeros capítulos, inverosímiles y de un infantilismo inaudito, la colocan de súbito en medio de un rocambolesco triángulo amoroso con Bendix, a quien hasta el momento consideraba su novio, y la verdadera novia de este, una médico sin fronteras que regresa repentinamente de Nigeria: no son pocas ni pequeñas las tentaciones de abandonar la lectura en esas primeras páginas, pero merece la pena proseguir. Leeremos entonces a continuación cómo, decepcionada y presa de la ansiedad del momento, la joven roba a un pintor llamado Damien Moore (curioso: especializado en cuadros «angustiosos e inquietantes» sobre el cielo y cuadros sobre el infierno «de belleza indescriptible») un viejo cuaderno tibetano que resulta ser mágico. De tal manera que, involuntariamente, acaba dando vida a su príncipe azul, dibujado por ella misma con inspiración en su malogrado Bendix: Retro de Amanpour, espada y cota de malla incluidas. Ambos se embarcarán en una aventura cada vez más loca por las calles berlinesas que acaba siendo explícitamente una forja de madurez emocional de la protagonista.

Lo que comienza atufando a mezcla barata de los libros El diario de Bridget Jones y Alta fidelidad y la película Kate & Leopold, empieza a mejorar antes de alcanzarse el primer tercio del libro en aras de una diversión fresca, surrealista y, sobre todo, mucho más sugerente.

Se evoluciona del afán escapista de Nellie, de su incapacidad para afrontar las dificultades de la vida real que alimenta desde el refugio de la fantasía, hasta posturas de épica heroica llevadas con éxito a la práctica de lo cotidiano (como es la defensa de una madre de color y su hijo de una agresión skin en el tren) gracias a la noble figura del caballero de Amanpour. A partir del chiste a la ligera, de una u otra forma, sin embargo, se ponen sobre la palestra elevadas aspiraciones y bellos ideales como la reconciliación de todos los pueblos enemistados del mundo o insuflar bondad a los corazones de toda la humanidad. Contra todo pronóstico, Nellie termina por aceptar su incorporación de facto a la existencia adulta y acaba ardiendo en deseos de hacer el bien, de cambiar y mejorar el mundo. Este tránsito a la madurez lo ilustra con una hilarante catarsis que experimenta con el personaje clásico del pato Donald, que es irascible, vago, cobarde, no hace nada a derechas ni en el dinero, ni el amor, ni en la vida, «en definitiva como tú y como yo, pero adora a sus sobrinos, y cuando las cosas se ponen feas también es valiente», es decir, «todos somos como el pato Donald, tenemos muchos defectos, miedo, egoísmo y falta de autocontrol» pero si él puede librar a sus sobrinos de los Golfos Apandadores tal vez nosotros tampoco tengamos razones para rendirnos. Ahí queda eso. Y la sorpresa final es de traca, te la reserva David Safier a ti, como lector, de forma personal e intransferible en la última página: una pequeña genialidad editorial como acicate para que contribuyas a que la tierra sea un lugar mejor.

Y colorín colorado… Tú
Autor:

David Safier

Editorial:

Seix Barral