El Papa a las universidades católicas: «romped prejuicios contra los inmigrantes» - Alfa y Omega

El Papa a las universidades católicas: «romped prejuicios contra los inmigrantes»

Programas específicos para facilitar la formación de refugiados e inmigrantes e inculcar una mayor sensibilidad social en los alumnos son algunas de las peticiones de Francisco a la Federación Internacional de las Universidades Católicas

Ricardo Benjumea
Visita del Papa a Lampedusa

Francisco recibió este sábado a los participantes en la Conferencia internacional «Refugiados y Migrantes en un mundo globalizado: responsabilidad y respuestas de las universidades», organizada por la Federación Internacional de las Universidades Católicas (FIUC), entidad que reúne a más de 200 instituciones católicas de enseñanza superior de todo el mundo.

El Obispo de Roma enfatizó la importancia de una formación universitaria enfocada hacia la responsabilidad social para «la construcción de un mundo más justo y humano». «Por ello –dijo–, se han sentido interpelados por la realidad global y compleja de las migraciones contemporáneas y han enfocado una reflexión científica, teológica y pedagógica, bien arraigada en la doctrina social de la Iglesia, intentando superar los prejuicios y los temores ligados a un escaso conocimiento del fenómeno migratorio».

El Papa animó a la armonización de la investigación científica con la teológica y a intensificar el «diálogo entre razón y fe». Pidió también «poner en marcha ulteriores estudios sobre las causas remotas de las migraciones forzadas, con el propósito de encontrar soluciones practicables, aun a largo plazo, porque primero hay que asegurar a las personas el derecho a no estar obligadas a emigrar. Es importante también reflexionar sobre las reacciones negativas de principio, a veces también discriminatorias y xenófobas, que la acogida de los migrantes está suscitando en países de antigua tradición cristiana, para proponer itinerarios de formación de las conciencias».

Francisco quiere también que «las universidades católicas adopten programas que favorezcan la matriculación de los refugiados, tanto a través de cursos también a distancia para aquellos que viven en los campos y centros de acogida, como a través de bolsas de estudio que permitan su reubicación». Por otro lado, animó a inculcar esta sensibilidad en la formación de los estudiantes que, el día de mañana, «serán líderes políticos, empresarios y artífices de la cultura».

Y animó por último a las universidades católicas a «incentivar el voluntariado de los estudiantes en programas de asistencia a los refugiados, los que solicitan asilo y los migrantes recién llegados».