El arzobispo castrense visita a los policías y guardias civiles desplazados a Barcelona - Alfa y Omega

El arzobispo castrense visita a los policías y guardias civiles desplazados a Barcelona

Ha querido interesarse por su situación personal y familiar, y mostrar la cercanía y compañía de toda la comunidad católica

Redacción
Foto: Arzobispado Castrense

El arzobispo castrense, Juan del Río, visitó este miércoles en Barcelona a los Guardia Civiles y Policías Nacionales allí destinados o desplazados por motivo de los acontecimientos que se sucedieron entre septiembre y octubre y que provocaron la intervención del Gobierno central ante la declaración unilateral de independencia de parte del Parlament de Cataluña. De hecho, desde que se movilizó a este importante número de efectivo, Del Río ha estado atento a su situación personal y familiar y que, aquellos que son católicos y pertenecen al Arzobispado Castrense, pudiesen contar con la cercanía y compañía de la comunidad católica.

Foto: Arzobispado Castrense

El arzobispo estuvo acompañado, además de por los vicarios de la Policía Nacional y la Guardia Civil, por Manuel de Lara, capellán destinado en Barcelona y encargado de la atención espiritual de militares y guardias civiles allí destinados; Eloy Latorre, capellán jubiliado que, aún con 84 años, sigue atendiendo a los policías nacionales; y de Javier Ubierna, capellán que atiende a la Academia Básica de Suboficiales de Talar.

Durante su visita, Juan del Río, tras saludar al general jefe de la Guardia Civil en Cataluña y al inspector superior de Policía de Barcelona, se trasladó a los dos barcos —uno el famoso Piolín, que hoy ha abandonado el Puerto—, en los que han estado alojados los agentes durante todo este tiempo. Pudo constatar el ánimo de todos, su profesionalidad, su entrega en el servicio y la generosidad en el cumplimiento de la misión que en estos momentos se les ha encomendado, «más en medio de las dificultades propias y naturales de una misión como esta con numerosos días de ausencia de sus respectivos hogares, en condiciones de vida a veces no del todo cómodas, y con la incomprensión de algunos sectores», afirman desde el Arzobispado Castrense.

Foto: Arzobispado Castrense

Ante la cercanía de la Navidad, el prelado ha querido pulsar las posibles necesidades de los cuerpos y fuerzas de seguridad allí desplazados de modo que puedan tener tiempo para su atención espiritual, así como la cercanía y el acompañamiento de todo el arzobispado castrense.