¿Sabías que… - Alfa y Omega

¿Sabías que…

El Beato Pío IX fue muy devoto de san José, y ante las graves tensiones de su época (suspendió el Concilio Vaticano I porque Italia se anexionó los Estados Pontificios, y Francia, aliada del Papa, entró en guerra…

Redacción

… es Patrono de toda la Iglesia?

El Beato Pío IX fue muy devoto de san José, y ante las graves tensiones de su época (suspendió el Concilio Vaticano I porque Italia se anexionó los Estados Pontificios, y Francia, aliada del Papa, entró en guerra con Prusia), el 8 de diciembre de 1870, fiesta de la Inmaculada, lo proclamó como Patrono de la Iglesia universal, y fijó su fiesta el 19 de marzo. Poco antes de morir en 1878, dijo que sentía una profunda paz al dejar a la Iglesia en manos del santo.

… protege (más) al obrero?

En 1889, en plena revolución industrial, León XIII (el Papa de la Rerum novarum) escribió la encíclica Quamquam pluries, el texto pontificio dedicado a san José más largo hasta entonces. En él decía que san José protegía a todos los hombres, pero más especialmente a los trabajadores y obreros, frente a los ricos y poderosos que tenían que aprender de él. En 1955, Pío XII lo ratificó, al instituir la fiesta de San José Obrero el 1 de mayo, Día del trabajo.

… cuida de la buena muerte?

En 1522, el dominico fray Isidoro de Isolano escribió el primer tratado de Teología dedicado sólo al santo esposo de María: la Suma de los dones de san José. Fue un best-seller de la época, que revitalizó la devoción a san José y extendió la costumbre de tenerlo por Patrono de la buena muerte. Su tesis, asumida después por varios Papas (entre ellos Benedicto XV justo tras la Primera Guerra Mundial), es que José falleció acompañado por Jesús y María, ¿puede haber mejor forma de morir?

… se le presenta con un lirio?

A san José se le representa con una vara florida de almendro, azucena o lirio. El origen de esta imagen es una leyenda piadosa que narra cómo los candidatos a desposar a María dejaron sus varas sobre el altar del templo de Jerusalén, y al día siguiente la de José había florecido, pues era el escogido por Dios para ser esposo de María. En realidad, el lirio y la azucena son, en la iconografía clásica, signos de pureza y castidad, o sea, dos virtudes propias de san José.