La voz de los sin voz será Beato - Alfa y Omega

La voz de los sin voz será Beato

El 23 de mayo será beatificado en San Salvador monseñor Óscar Romero. Así lo anunció el Postulador de su Causa, monseñor Vicenzo Paglia, el miércoles de la pasada semana, un día antes de que se cumplieran los 38 años de la muerte del jesuita Rutilio Grande, amigo de Romero, también asesinado a balazos. Su Causa también está en marcha. La riqueza de ambos, afirmó Paglia, fue la palabra; una palabra «que quiso ser truncada con las armas, con el poder, con el miedo». Hoy, «dan color al cristianismo con sus vidas»

Cristina Sánchez Aguilar
Monseñor Paglia con la imagen del futuro Beato, en San Salvador, el 11 de marzo

El próximo 23 de mayo será beatificado en San Salvador monseñor Óscar Arnulfo Romero, asesinado en 1980 mientras celebraba la Eucaristía. Así lo anunció el Postulador de su Causa, monseñor Vincenzo Paglia, durante una rueda de prensa en la Casa Presidencial del país de origen del futuro Beato. La ceremonia tendrá lugar en la plaza Salvador del Mundo, en la capital de El Salvador, y será presidida por el Prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, el cardenal Angelo Amato.

Acompañado del Presidente, Salvador Sánchez Cerén, quien catalogó la jornada de «día de alegría e histórico» para el país, monseñor Paglia afirmó que Romero, «desde el cielo, se ha convertido en el pastor bueno que une a todo el pueblo de El Salvador, país por el que dio su propia vida. Ninguno está excluido de su protección». Como añadió Paglia, su figura es «un icono de amor» que hace y hará que El Salvador «camine por el sendero de la justicia y la paz».

Puso un ejemplo: «¡Cómo no reconocer que el martirio de Romero ha dado sentido a tantas familias que perdieron a sus familiares en los tiempos de la guerra!». Y otro: «El simbolismo de su muerte ha hecho de él un testigo de aquel amor por los pobres que no conoce límites. Es un honor para este país». También para el mundo entero, porque, como manifestó monseñor Paglia, «Romero es un ejemplo que todos debemos imitar. ¡Yo quiero gritar san Óscar Romero del mundo, no sólo de América!», exclamó.

El Presidente, Sánchez Cerén, reconoció su admiración por el Postulador de la Causa, y aludió a la esperanza y fe que no perdió en 18 años, con el objetivo de hacer entender al mundo la obra de monseñor Óscar Arnulfo Romero. El mandatario, que ofreció todo el respaldo gubernamental a la celebración del anuncio de la beatificación, recalcó que su deseo es que, «con esta beatificación, El Salvador pueda ser un punto de referencia de que, a través del trabajo y la fe, se puede construir un mundo nuevo y lleno de optimismo». El Presidente anunció la posibilidad de poner en marcha una cátedra sobre la obra del héroe de los pobres.

El padre Rutilio, presente

Un día después de que se anunciase la fecha de beatificación de monseñor Romero, se celebraban los 38 años del asesinato del sacerdote jesuita Rutilio Grande, amigo personal de Romero. Murió tres años antes a manos de los escuadrones de la muerte, mientras iba en coche a su pueblo, el Paisnal, para celebrar Misa. Paglia, que visitó durante su estancia en El Salvador el pueblo natal de Grande, donde descansan sus restos, anunció que, para él, también se ha abierto la Causa. En paralelo a la de Romero, por el «estrecho vínculo que los une, en una perspectiva teológica y pastoral».

Romero conoció al padre Grande en 1967, en el Seminario de San José de la Montaña. «Si bien vacilante en las amistades íntimas con otros eclesiásticos, Romero hizo con él una amistad fraternal. Esta confianza marcó los momentos más importantes de su vida», dice en la biografía Primero Dios. Vida de Óscar Romero, el historiador Morozzo della Rocca. El padre Rutilio fue maestro de ceremonias en su consagración episcopal en 1970.

«El Papa Francisco quiere dar color al cristianismo con ejemplos de santos Beatos como Rutilio y Romero», afirmó Paglia en la Misa que ofició en El Paisnal. De ambos destacó, como mayor riqueza, la palabra. Una palabra «que quiso ser truncada con las armas, con el poder, con el miedo».

«Sólo con misericordia se cambia este mundo»

El arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, presidió el domingo 15 de marzo, en la basílica hispanoamericana de la Merced, una Eucaristía de acción de gracias por la próxima beatificación de monseñor Óscar Romero. Acompañado por decenas de salvadoreños en Madrid, y numerosos fieles, el arzobispo destacó que el arzobispo asesinado «se nos presenta como un modelo de hombre que diseñó su vida desde la Palabra de Dios». Su vida fue «un cántico al Señor de justicia, de paz, de verdad y de luz», afirmó.

Monseñor Osoro interpeló a los presentes a «mostrar, como hizo el futuro Beato, al mundo la libertad que Dios da, la verdad que Dios entrega, la paz que Dios regala, la justicia, que no es la de los hombres, sino que va mucho más allá». Y recordó a los fieles que Óscar Romero fue un hombre que «murió por defender la paz, la justicia y la libertad. Escuchó que sólo con misericordia se cambia este mundo». El arzobispo de San Salvador, añadió, «prestó su vida para dar rostro a Dios hasta dar la vida entera». Y lo hizo, concluyó, «para que la Verdad estuviese presente en medio de la Historia y de los hombres».