Haya mártires, y habrá salvación - Alfa y Omega

Haya mártires, y habrá salvación

Hace 25 años, el 3 de enero de 1987, el Beato Juan Pablo II mandó que se publicara el Decreto sobre las virtudes heroicas del Siervo de Dios Francisco de Paula Tarín, de la Compañía de Jesús (Godelleta, Valencia 1847-Sevilla 1910). El padre Diego Muñoz, misionero jesuita y Vicepostulador en España de la Causa de canonización del padre Tarín, recrea esta entrevista, en la que propone la actualidad de este sacerdote amigo de pobres, enfermos y sencillos, de cara, en particular, a la nueva evangelización

Diego Muñoz
Detalle de un cuadro del Siervo de Dios Francisco de Paula Tarín

Venerable padre Francisco Tarín, ¿quién eres?, ¿qué dices de ti mismo?
Yo me firmo a veces en las cartas como un pobre pecador. En un pueblo no se atrevía nadie a confesarse. Yo me confesé ante todos y todos se confesaron.

Siete virtudes, tres teologales y cuatro cardinales, se han certificado en tu vida en grado heroico. ¿Cuál es la base de todas ellas?
Como dice el Decreto, he compaginado la vida activa con la contemplativa. En una palabra, «donde hay humildad, allí está Jesucristo. Él sea nuestra corona».

¿Es urgente hoy la evangelización?
Lo que más deseo es que me alcance del Sagrado Corazón de Jesús una centella de aquel amor inefable con que se abrasa, para que lo dé a conocer a tantas almas como yacen en el abismo de la más completa ignorancia.

¿Y cómo se hace el camino de la evangelización?
Cada vez me persuado más que se adelanta más camino orando que corriendo.

¿Qué frenos impiden la tarea urgente de la evangelización?
Nunca el que se aconsejó del miedo y el interés material realizó empresas gloriosas.

¿Te duele algo en tu alma misionera?
¡Ay, qué dolor tan grande! ¡Que haya tantos que pidan el pan de la divina palabra, y que no haya quien se lo reparta! Quisiera tener cien pies, y cien bocas, y cien lenguas, y cien cabezas, para luchar con los diablillos que andan sueltos por el mundo. ¡Y que los vean los centinelas! ¡Y que los capitanes no toquen alarma, los pastores duerman, y los perros no ladren! ¡Qué ganas dan de trabajar cuando ve uno lo que se esfuerzan los sectarios del error para pervertir a las almas!

Foto del Venerable

¿Qué estilo de evangelización nos propone estos días navideños el niño Jesús desde el portal de Belén?
Ahora sí que nos da ejemplo Jesús en el portal, de obediencia, pobreza, mansedumbre y humildad. Pudiera hablar y calla, pudiera quejarse y sufre, pudiera mandar y llora…

Padre Tarín, cada día te llegan muchas peticiones de favores y milagros, y tengo constancia de los agradecimientos por los favores concedidos por tu mediación, ¿qué milagro te gustaría más concedernos?
Se piden a Dios milagros y Dios pide al mundo mártires. Haya mártires, y habrá salvación.

Todo queremos ser amigos de Jesús y pasar por la vida haciendo el bien a todos, pero somos muy poco amigos de la cruz de la evangelización. ¿Cuándo la viña del Señor dará más frutos?
Como los corderos. Aunque nos trasquilen, esquilen, rajen, sajen, degüellen vivos o muertos, permanezcamos juntos. Mudos y humildes como la tierra; la cual, cuanto más rasgada, cavada, quemada, estercolada, regada…, más fruto da, más pastos ofrece, más se acomoda a la voluntad del que la trabaja.

La Eucaristía hace al cristiano y al evangelizador: ¿cómo superar los miedos que son la primera etapa de todo camino de evangelización?
Ponlo todo en las manos de Dios y lánzate a lo que, después de cinco minutos de oración delante el Santísimo, se te ocurra. En la Eucaristía tenemos maestro que nos enseña, guía que nos conduce, pastor que nos guarda, luz que nos alumbra, alimento que nos nutre, juez que nos absuelve, padre que nos abraza, vida que nos da la nuestra, cielo que nos anticipa el que en la eterna aspiramos.

Padre Tarín, cercano como Jesús de los pobres, enfermos y sencillos, ¿qué le decías a aquel tuberculoso que blasfemaba a gritos, mientras le abrazabas como lo haría su madre?
¡No digas eso! ¡Que te ha hecho Dios! (Y el grito se redujo a un susurro de confesión.)

Me han enviado una fotografía grande en la que se ve, encima de la azotea de un cortijo, predicando, al padre Tarín en medio de una multitud; hoy, el púlpito es esta revista católica nacional. Como despedida de este encuentro de la Iglesia celeste y peregrina, ¿quiere decirle a cada uno unas palabras de despedida misionera, querido y venerable padre Francisco Tarín?
Que Dios nos ilumine. Que Dios nos proteja. Que Dios nos salve. Fe, constancia y valor. Pero, sobre todo: fe, fe y fe. Nuestra Señora y Madre bendita la Virgen de los Reyes y la Reina de las Vírgenes os lleve siempre debajo de su manto.

Diego Muñoz, SJ