Erradicar el sinhogarismo es posible - Alfa y Omega

Erradicar el sinhogarismo es posible

Ricardo Benjumea
Participante en Córdoba en un programa de Habitat, iniciativa de Housing First de la Fundación RAIS. Foto: RAIS

Cada seis días muere en la calle una persona sin hogar en España, según el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Más allá de que, en uno de cada tres casos, las causas sean violentas, desde RAIS se habla de una «violencia estructural» en toda situación de sinhogarismo. «La falta de vivienda repercute en la vulneración de otros derechos, como el derecho a la seguridad o a la salud. No se puede seguir un tratamiento contra la diabetes cuando se está en la calle», argumenta Cristina Hernández, responsable de Incidencia en la fundación.

«La buena noticia es que este es un problema solucionable», añade. 31.000 personas sin vivienda «no es una cifra inasumible para España, si existe voluntad política». RAIS ha introducido en España la metodología Housing First, iniciada en los años 90 en EE. UU. por la organización Pathway to Housing. El modelo se ha extendido rápidamente a Europa, con notables éxitos en Suecia, Finlandia, Portugal, Países Bajos o Reino Unido. El foco está puesto ahora en Francia, donde en su discurso de Año Nuevo el presidente Macron anunció un programa para erradicar el sinhogarismo, que afecta hoy a unas 50.000 personas en este país. La decisión se toma después de un exitoso programa piloto llevada a cabo en cuatro grandes ciudades, Lille, París, Toulouse y Marsella, en la que más del 80 % de los usuarios que lo iniciaron han conservado sus viviendas en alquiler social, con la asistencia de un equipo de profesionales. La diferencia con respecto a los programas sociales tradicionales es que el alojamiento en una vivienda social es el principio, no el final del proceso. «En lugar de poner parches, se trata de abordar el problema de frente», dice Hernández.

Cuando la Administración echa cuentas resulta además que el sistema Housing First es más barato, porque «estas personas hacen un uso mucho más eficiente de los recursos públicos. Por ejemplo, en lugar de a urgencias, empiezan a acudir al médico de cabecera y mejora mucho su salud mental», explica la responsable de Incidencia de RAIS. «Cuando ves a una persona que lleva dos días durmiendo y comiendo bien, pudiendo asearse, no dirías que viene de una situación de calle. La mejora es inmediata. Y se respeta su derecho constitucional a “disfrutar de una vivienda digna y adecuada”». El artículo 47 concretamente. Misma cifra –destaca– que el porcentaje de personas sin hogar que sufre agresiones en la calle.