Año Nuevo Chino en la parroquia - Alfa y Omega

Año Nuevo Chino en la parroquia

Nuestra Señora de la Soledad, en Madrid, donde camina en la fe una comunidad católica china, celebra este domingo esta fiesta con una Eucaristía que presidirá el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro

Fran Otero
Un joven de la comunidad china de Madrid lee el Evangelio. Foto: Ángel Navarrete

El Año Nuevo Chino, que este año tiene como imagen al perro, se hará sentir en los próximos días en distintos barrios de Madrid, pero sobre todo en uno de ellos, Usera, donde la población china es mayoría. Allí, en la parroquia Nuestra Señora de la Soledad, el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, presidirá una Eucaristía este domingo para dar celebrar con los feligreses este momento importante del año.

Por iniciativa de su párroco, Daniel Rodríguez, que ha aprendido nociones básicas del idioma para hablar con sus vecinos, se constituyó hace dos años y medio una comunidad china en la parroquia, que cuenta con Eucaristía dominical en su lengua, presidida por un sacerdote compatriota, pero que está perfectamente integrada con el resto de los feligreses –entre los que se incluyen una comunidad boliviana y otra ecuatoriana, además de la local–, con quienes comparten los momentos más importantes en la vida cristiana durante el año como son la Navidad o la Pascua. A la primera Misa solo fue uno, ahora van entre 200 y 250 personas cada fin de semana.

La del domingo será una celebración especial, la segunda que organizan y la primera presidida por el obispo, y así también se pone de manifiesto en los signos externos de la liturgia. Hay lecturas propias y el celebrante va revestido con el color rojo en una referencia a Pentescostés. Además, no solo participarán los feligreses de la Soledad, sino que se sumará la otra comunidad china de la capital, la que vive su fe en la parroquia Santa Rita, situada en el barrio de Chamberí.

Pero la vida de la comunidad china en la parroquia de Usera, cuenta Daniel Rodríguez a Alfa y Omega, no se limita a la celebración eucarística dominical, pues ya está en marcha la catequesis en lengua china tanto para adultos como para niños y jóvenes. En esta tarea colaboran, además del sacerdote chino, religiosas de este país que están estudiando o haciendo su camino en Madrid. También tienen un coro que, según el párroco, «canta divinamente» y se está poniendo en marcha un grupo de matrimonios. Y tienen su representación, como las demás comunidades y vocaciones presentes en la comunidad, en el consejo parroquial, donde se está generando una especie de ecosistema donde todos están integrados y donde se hace, en palabras de Daniel, «ingeniería pastoral».

La comunidad comenzó porque no había ningún espacio para la comunidad católica china en la zona y esta acaba encontrando un paraguas en las iglesias evangélicas. Personas que llegaron a España perteneciendo a la Iglesia católica; eso sí, no se pregunta de qué comunidad son, si de la perseguida, fiel al Papa, o de la patriótica, que obedece al régimen chino. «Benedicto XVI nos pidió en su famosa carta a los católicos chinos que no reproduzcamos fuera de su país el sistema que allí vivían. Y, por tanto, yo no sé quiénes de los que forman nuestra comunidad pertenecen a una Iglesia u otra», expone.