De la corrupción a un nuevo humanismo - Alfa y Omega

De la corrupción a un nuevo humanismo

José Francisco Serrano Oceja
Foto: AFP Photo/L’Osservatore Romano

El Papa Francisco lo dice muy claro en el extenso prefacio a este libro entrevista con el cardenal Peter K. A. Turkson, prefecto del Dicasterio para el Servicio el Desarrollo Humano Integral: «Nosotros, cristianos y no cristianos, somos copos de nieve, pero si nos unimos podemos convertirnos en una avalancha: un nuevo movimiento fuerte y constructivo. He aquí el nuevo humanismo, este renacimiento, esta re-creación contra la corrupción, que podemos llevar a cabo con audacia profética».

De lo que se trata por tanto, en la línea argumental de la propuesta del Papa, es de un nuevo humanismo, que no es un nuevo y creativo sistema filosófico, de pensamiento, de ideas, sino una renovada experiencia que parte de una adecuada comprensión de la persona y de sus relaciones con Dios, con los demás y consigo misma. Si la corrupción revela una conducta antisocial que disuelve la validez de los contactos humanos y los pilares sobre los que se construye la sociedad, coexistencia y vocación, en la medida en que sustituye el bien común por un interés particular, el esfuerzo de los creyentes y de lo no creyentes pasa por combatir «esta forma de blasfemia», según la define el Papa, a través de un cambio en el corazón y en la mente, de una nueva mentalidad. Un nuevo humanismo que genere nueva vida.

El cardenal Turkson, entrevistado por Vittorio V. Alberti, filósofo y oficial del citado dicasterio, deja muy claro desde el principio, en este concienzudo examen de conciencia a la corrupción desde sus múltiples rostros, que en la raíz de cualquier actitud corrupta hay un cansancio de trascendencia. Se usa la palabra corrupción para calificar un deterioro también de la naturaleza, un deterioro que se convierte en un delito. En este libro se analizan con detenimiento las causas de la corrupción, que hay que buscar, como dice el cardenal Turkson, en el sentido de la omnipotencia, el dinero, el poder, en la soberbia, en la vanidad, en la arrogancia, en la superficialidad, en el sentido de la exclusividad y el utilitarismo. Por tanto se podría decir que este diálogo, si le damos la vuelta, es una conversación sobre la dimensión personal y social de la doctrina cristiana. De ahí que, a partir de un capítulo introductorio sobre cuestiones que podríamos denominar de contexto, el cardenal Turkson reflexione sobre la corrupción y sobre la necesidad de una adecuada respuesta a este «cáncer social» desde el punto de vista de la persona, la sociedad, la criminalidad y la belleza. Es interesante destacar las palabras del cardenal africano sobre fenómenos sociales como la mafia, las tramas de corrupción, de explotación de personas, y el capítulo final dedicado a ese nuevo humanismo del que habla el Papa Francisco desde la perspectiva de la belleza, en el que juega un papel clave el arte de los pobres, la vía de la belleza como «búsqueda de la justicia en misericordia». No olvidemos, como dice el Papa, que «son los pobres los quienes pagan la fiesta de los corruptos. La cuenta les llega a ellos».

Y un último apunte a una de las cuestiones tratadas en varias ocasiones a lo largo del libro, la corrupción en la Iglesia. Dice el cardenal Turkson que «la Iglesia se corrompe en el momento en que lee y hace las cosas manteniendo solo el parámetro de la realidad histórica del momento, aunque sea en pro de necesidades buenas. Por ejemplo, si la Iglesia se comporta como si fuese una ONG, aun cumpliendo el bien, en realidad se desnaturaliza, porque deja de estar animada por el Espíritu».

Corrosión. Combatir la corrupción en la Iglesia y en la sociedad
Autor:

Cardenal Peter K. A. Turkson

Editorial:

Palabra