Daniel Villanueva: «Cambiamos el mundo con la educación, que nos salva de posibles guerras» - Alfa y Omega

Daniel Villanueva: «Cambiamos el mundo con la educación, que nos salva de posibles guerras»

El director general de Entreculturas asegura que no hay estrategia más inteligente para crear democracia que apostar por el derecho a la educación

ABC
Daniel Villanueva, Director General de la Fundacion Entreculturas. Foto: Ignacio Gil

Hay una convicción profunda en la Compañía de Jesús de que a través de su entidad, Entreculturas, se está cambiando el mundo con una sola arma: una red de escuelas que llega a más de 2 millones de alumnos de 41 países del mundo. Su director general desde hace tres años defiende, con un discurso enraizado en una vastísima cultura y firmeza de ideas, que la educación es el gran ingrediente para trabajar dignidades y reconstruir sociedades aun en tiempos de guerra. Así se presenta Daniel Villanueva en ABC.

Cuéntenos qué es Entreculturas para quien no conozca esta ONG…
Entreculturas es una ONG de desarrollo promovida por la Compañía de Jesús, que apuesta por el cambio social a través de la educación. No solo creemos que la educación es la mejor estrategia para romper el círculo de la pobreza, sino que también apostamos por el acceso a la educación de calidad como garantía para crear una ciudadanía consciente, crítica y comprometida, que de alguna forma sea capaz de abordar los grandes retos de nuestro tiempo, como son la desigualdad, la pobreza o la crisis medioambiental. La apuesta doble de Entreculturas es la que tiene que ver con la educación como instrumento de cambio y, a la vez, la educación como creación de una ciudadanía global que sea la garantía de la construcción de una sociedad justa, pacífica y sostenible.

¿Cómo lo hacen?
A través de proyectos de cooperación internacional, campañas educativas, de sensibilización y de incidencia política, y con nuestra propuesta de ciudadanía global y voluntariado. Nos gusta decir que Entreculturas es un espacio de encuentro en el que se idean, surgen y se ofrecen nuevas oportunidades para el cambio. Vinculamos empresas, organizaciones sociales, organismos públicos, nuestras 28 oficinas en España, 750 voluntarios y la base social de Entreculturas, con más de 18.000 personas, que nos da legitimidad para seguir haciendo este trabajo.

¿Por qué educación abogan?
Siendo provocativos, por una educación transformadora, inclusiva, equitativa, de calidad. Creemos que es un derecho humano, la puerta o el catalizador de acceso al resto de derechos. Con una educación de esas características garantizas el desarrollo de la persona y su dignidad, creas capacidades en el propio individuo, les das acceso al mercado laboral y a ingresos, favoreces el desarrollo económico de un país y creas una ciudadanía crítica y participativa, lo que favorece a las democracias. En el caso de la mujer, además, se añade la disminución de la mortalidad infantil, la mejora de la educación y nutrición familiar. Estamos hablando de la estrategia más inteligente para abordar todas las problemáticas actuales.

Dice usted que es el derecho más importante, pero cuántas personas se ven privadas de ese derecho…
Ese es nuestro trabajo crucial, insistir en que hay 264 millones de niños que no están accediendo a la escuela. La gente no acabamos de darnos cuenta de lo importante que puede ser eso para el desarrollo orgánico de la humanidad. Nosotros estamos promoviendo escuelas en Líbano, República Centroafricana, la selva amazónica de Perú y barriadas conflictivas de San Salvador, de la misma manera que lo estamos haciendo en El Recuerdo, en Comillas, y en la Georgetown University… La educación ofrece un marco de entendimiento de la realidad que te ayuda a posicionarte en el mundo y a construir la fraternidad universal, que es la base de una sociedad justa. Por eso, estamos construyendo ciudadanos para el mundo del futuro, que va a ser intercultural y mucho más abierto.

La educación reconcilia. ¿La educación nos salva de posibles guerras?
Absolutamente, sí, claro.

¿La labor educativa se tiene que hacer de la mano de la religión o no?
La forma que tenemos de trabajar y acompañar a las personas en su desarrollo va más allá del tipo de fe que profesan, pero incluye la consideración religiosa como parte fundamental del desarrollo integral del ser humano; no podemos anular la consideración religiosa de la persona, sería inconsistente. Nosotros hacemos nuestra propuesta de desarrollo educativa desde el arraigo en nuestra fe católica, como Compañía de Jesús, pero la propuesta no tiene en cuenta la raza ni la religión de las personas. En El Chad, con mayoría de población musulmana, están nuestras escuelas, y el personal en su mayoría no son católicos, por ejemplo.

¿Se invierte suficiente en cooperación para el desarrollo?
No, hay un reconocido problema presupuestario. Desde 2009 a 2015 descendieron un 65 % los fondos de cooperación. Queremos ayudar al Gobierno a posicionar en el discurso la importancia político-estratégica de la cooperación en la política exterior española.

¿Es la escuela de hoy en España un sistema con garantías de éxito?
El panorama educativo español está lleno de oportunidades. El sector ha empezado hace años una fuerte renovación pedagógica en España, pero hay posibilidades de crecimiento. Es clave la comprensión de la educación como bien público, como derecho, y el Estado como garante de ese derecho. El Estado no es el único actor, tiene que compartir el espacio educativo con otros actores, y respetar la pluralidad de propuestas educativas, la innovación y la diversidad.

Érika Montañés / ABC