San Pío de Pietrelcina, un fraile entregado a la oración - Alfa y Omega

San Pío de Pietrelcina, un fraile entregado a la oración

En un encuentro con habitantes de Pietrelcina, el Papa destaca la lucha interior del fraile capuchino contra el demonio. Así «alcanzó un elevado nivel de unión con el Señor» y recibió los dones místicos que le hicieron tan conocido

Ricardo Benjumea

«Este humilde fraile capuchino maravilló al mundo con su vida dedicada a la oración y a la escucha paciente de los hermanos, en cuyos sufrimientos derramaba como bálsamo la caridad de Cristo. Imitando su heroico ejemplo y sus virtudes, ustedes pueden también convertirse en instrumentos del amor de Jesús hacia los más débiles».

Primeras palabras del Papa Francisco en la mañana de este sábado, en un encuentro con los fieles de Pietrelcina, al comienzo de su visita esta localidad, con ocasión del Centenario de la aparición de los estigmas a san Pío de Pietrelcina y del 50 aniversario

«En esta comunidad él templó su propia humanidad, aprendió a orar y a reconocer en los pobres la carne del Señor, hasta que creció en el seguimiento de Cristo y pidió ser admitido entre los Frailes Menores Capuchinos, convirtiéndose de tal modo en Fray Pío de Pietrelcina». Aquí, agregó Francisco, el popular santo italiano comenzó a experimentar la maternidad de la Iglesia y meditó intensamente sobre el misterio de Dios que nos ha amado hasta darse a Sí mismo en la Cruz.

Al referirse a la espiritualidad del padre Pío, Francisco destacó que «estaba fuertemente atormentado en su interior y temía caer en el pecado, sintiéndose asaltado por el demonio». En estos terribles momentos –añadió– se entregaba a la oración continua y ponía su confianza en el Señor. De este modo, dijo el Papa, todos los fantasmas que el demonio había introducido en la mente del fraile capuchino desaparecían. «Padre Pío se inmergió en la oración para adherir cada vez mejor a los diseños divinos. A través de la celebración de la Santa Misa, que constituía el corazón de toda su jornada y la plenitud de su espiritualidad, alcanzó un elevado nivel de unión con el Señor». En este periodo, agregó, padre Pío recibió de lo alto especiales dones místicos, que precedieron a la manifestación en su carne de los signos de la pasión de Cristo.

Encuentro del Papa con la población de Pietrelcina