Ante la «indigencia» vocacional, Blázquez sugiere no olvidar la colaboración entre diócesis - Alfa y Omega

Ante la «indigencia» vocacional, Blázquez sugiere no olvidar la colaboración entre diócesis

El presidente de la Conferencia Episcopal abre con su discurso la Asamblea Plenaria de los obispos españoles. Los jóvenes y la urgencia de las vocaciones sacerdotales fueron los temas principales

Fran Otero
Foto: CEE

La Conferencia Episcopal Española acaba de comenzar su reunión plenaria en Madrid para abordar, fundamentalmente, dos cuestiones capitales para la Iglesia hoy: los jóvenes, a apenas seis meses de la celebración de un sínodo; y la realidad de las vocaciones sacerdotales y de los seminarios, tras un estudio que se viene realizando sobre la situación española y con la elaboración de un programa de formación nacional, que pide la Ratio Fundamentalis aprobada por la Congregación para el Clero.

Y estas cuestiones han quedado reflejadas en el discurso de apertura del cardenal arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española y que que fue especialmente contundente a la hora de señalar el problema de vocaciones. «Desde hace mucho tiempo venimos padeciendo una penuria seria de vocaciones para el ministerio presbiteral. Si hace varios decenios la abundancia era extraordinaria, actualmente la escasez es también extraordinaria», comenzó el purpurado. Y añadió que el marco de preparación para el ministerio es, en ocasiones, «insatisfactorio, ya que el número de seminaristas es muy reducido, y pocos los formadores y profesores dedicados generosamente a este servicio precioso».

Sobre esta cuestión, apuntó que no se debe olvidar, al hacerse eco de la necesidad de vocaciones al ministerio sacerdotal, que definió como «indigencia básica», la colaboración con otras diócesis «movidos por la solicitud católica». Aunque el purpurado no entró en detalles sobre qué tipo de colaboración se puede dar en este sentido, bien es cierto que la citada Ratio Fundamentalis propone la integración de candidatos en seminarios interdiocesanos para así poder atenderlos mejor y con un equipo de formadores completo, tal y como apuntaba previamente.

Analizada la situación, advirtió ante las «soluciones improvisadas y atajos arriesgados».

Sobre los jóvenes, Blázquez se preguntó por qué muchos jóvenes se distancian de la Iglesia y se mantienen al margen para afirmar que «no es bueno que asistamos impasiblemente a este distanciamiento». «Los jóvenes dicen con frecuencia que no se les escucha; quizá ni siquiera son preguntados en un clima de mutuo respeto; intentamos evangelizar sin tener en cuenta a quiénes nos dirigimos para hacer juntos el camino».

Así, recordó que el diálogo sobre la fe «requiere humildad para preguntar y atención cordial para escuchar; libertad respetuosa para hablar y autenticidad de vida para unir en la respuesta la palabra y la vida».

El presidente del Episcopado dijo, además, que en el acercamiento a los jóvenes «son fundamentales el anuncio y el testimonio, pero también el acompañamiento personal y eclesial». «Un acompañamiento que tiene un importancia vital a la hora de que los jóvenes descubran su vocación en la vida: La iniciación cristiana reclama la continuidad, la permanente personalización de la fe y la participación en la comunidad cristiana. Deseamos que todos los jóvenes tengan la oportunidad de descubrir y desarrollar la vocación a la que el Señor los llama», añadió.

Entre otros temas, Blázquez citó la propuesta de reflexión del Papa Francisco sobre las conferencias episcopales, cuyo estatuto teológico está analizando con el Consejo de los Cardenales. Y apuntó que la reforma de la curia romana «repercutirá en la organización de la CEE». «El Papa desde el comienzo de su ministerio viene indicando la conveniencia de explicitar con mayor amplitud el estatuto de las conferencias episcopales».

También citó la reciente exhortación del Papa Francisco sobre la santidad, Gaudete et Exsultate: «¡Cuántos son también los testimonios de este común de la santidad en el presente de nuestras comunidades cristianas que conocemos de manera directa o por referencias inmediatas!» «Ellos nos invitan con su ejemplo de santidad a vivir en fidelidad al Evangelio, a superar lamentos y añoranzas estériles y a confiar con fe y esperanza en Dios que nos acompaña diariamente en nuestra vida».