Elena y Noelia anuncian a Jesús cantando - Alfa y Omega

Elena y Noelia anuncian a Jesús cantando

El festival nacional de la Canción Misionera, que se celebra este fin de semana, cumple 40 años. Los niños del colegio Montpellier llevan once participando, y también evangelizan cantando en otros sitios, como residencias de ancianos

María Martínez López
El coro del Montpellier en 2014 durante el festival de la Canción Misionera en Burgos. Foto: Pedro Menéndez Matilla

Elena, de 11 años, y Noelia, de 8, ya tienen la maleta casi preparada para viajar este fin de semana desde Madrid, donde viven, a Ciudad Rodrigo (Salamanca). Van a participar con el coro de su colegio, el Montpellier, en el festival nacional de la Canción Misionera, que este año se celebra en esa ciudad. Y, además, van a cantar un solo.

La Canción Misionera de este año es especial, porque el festival cumple 40 años. Es una de las principales actividades de la asociación Cristianos Sin Fronteras, que trabaja para implicar a niños, jóvenes y familias en la misión. Deli, la responsable del festival, nos explica que la Canción Misionera nació solo tres años después que la asociación, en 1978. «Nos dimos cuenta de que la música es muy importante en nuestras vidas, y que podía usarse para evangelizar», cuenta. Este año, irán más de 500 personas de 25 grupos de toda España: parroquias, familias, colegios…

El colegio de Elena y Noelia participa gracias a Pedro, el profesor de música. Él empezó a ir a los festivales hace 20 años con sus hermanos y otros amigos que cantaban en su parroquia. «Me gustaba mucho –recuerda–. Al ver que iban colegios, pensaba que si algún dia era profesor llevaría a mis alumnos. A los chicos les ayuda conocer a otras personas con sus mismas inquietudes religiosas y musicales».

Así fue: estudió Magisterio en la rama de música, y en 2007, cuando ya estaba en el Montpellier, ofreció a los alumnos participar en el encuentro. Les gustó tanto, que el pequeño coro que habían formado para ello se convirtió en una actividad permanente.

Elena entró en él hace seis años, y Noelia, hace dos. A las dos les gusta mucho cantar. Noelia, además, «quería ir a esas actividades tan chulas que Elena contaba». En el coro hay unos 20 chicos, de 6 a 16 años. Y, aunque tienen edades tan distintas, «todos son muy majos y nadie se mete con nadie –dice Noelia–. Nos entretenemos mucho juntos. Por ejemplo, siempre hay alguno que se trae algún juego para los viajes en autobús».

Noelia y Elena. Foto: Paloma Castelló

Pequeños compositores

En la Canción Misionera, cada grupo canta una canción compuesta por ellos mismos. Durante estos meses, se han celebrado ya varios encuentros por diócesis. Pero no son como las fases de un concurso, en las que se elige a los finalistas. Al festival nacional pueden ir todos los grupos que quieran. Tampoco hay ganadores, aunque se dan menciones especiales a las canciones que destaquen por la letra, el ritmo, el mensaje misionero, etc.

La canción del colegio Montpellier este año se titula Misioneros de hoy. La mayor parte del trabajo para escribirla lo ha hecho el profesor Pedro. Pero normalmente no trabaja solo. Cada año, prepara con los niños la catequesis que Cristianos Sin Fronteras envía a los grupos antes del festival. Gracias a ese trabajo, «a veces incluimos algunas ideas nuestras en la letra», nos cuentan las hermanas.

Una de las ideas que más les gusta reflejar es que todos podemos llevar a Jesús allá donde estemos. «Cada canción tiene un mensaje, y si la escuchas bien te puede ayudar a ser cada vez mejor misionero. Este año, el mensaje es llevar la Palabra de Dios a todos», explica Elena. Estos niños, aparte de lo que cada uno haga en su día a día, también hablan de Jesús con la música: además de cantar en las fiestas del colegio, «en Navidad vamos a guarderías y residencias a cantar villancicos» para los niños y los ancianos, cuenta Elena. «Les hace mucha ilusión, es como un regalo», añade su hermana. De momento, estas niñas evangelizan así. Son muy pequeñas para irse solas a hacerlo en otros países. Pero no les importaría. «Ojalá –dicen–. Algún día lo haremos».