Las protestas continúan en Nicaragua y la Iglesia sigue denunciando la represión - Alfa y Omega

Las protestas continúan en Nicaragua y la Iglesia sigue denunciando la represión

El Gobierno ha derogado la reforma que ocasionó las protestas, pero después de casi 30 muertos muchos ciudadanos piensan que el anuncio llega tarde y continúan con sus protestas. La Iglesia sigue denunciando la represión gubernamental y mantiene abiertas las puertas de los templos para acoger a los heridos

José Calderero de Aldecoa
Protesta masiva de este lunes en Nicaragua. Foto: Winder A. Morales @winderantoniom

Después de seis días de protestas, en los que se han producido cerca de una treintena de muertos, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha anunciado la retirada de la reforma de la Seguridad Social (INSS) cuya puesta en marcha el miércoles provocó una oleada de manifestaciones por todo el país.

Sin embargo, muchos ciudadanos consideran que el paso atrás del Gobierno llega tarde y han decidido continuar con las protestas para luchar contra la «corrupción» que, a su juicio, impera en el país.

En su discurso, a Ortega le faltó «anunciar la restitución de independencia de los poderes públicos, la habilitación de partidos de la oposición que eliminó de un plumazo, elecciones libres y transparentes con verdaderas garantías de participación, respeto a los DD. HH., cese de la represión contra medios de comunicación», opina una ciudadana nicaragüense.

«Estamos peleando no solo por el INSS, estamos peleando por todos los años de saqueos que le ha hecho el régimen sandinista a la gente», ha explicado a la Agencia France Press un estudiante de ingeniería que protestaba en las cercanías de la Universidad Politécnica de Managua (UPOLI).

Ataque a los estudiantes en la universidad

Precisamente, el centro universitario ha servido de refugio para miles de manifestantes que se han escondido allí frente a la represión policial. Aunque, posteriormente, no se ha podido evitar el ataque. «¡BASTA YA! Están atacando la UPOLI por el lado del RUPAP, hay varios heridos e incluso se habla de algún muerto. ¡En este ambiente no puede haber ningún diálogo! ¡QUE CESE YA LA REPRESIÓN!», ha reclamado el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez.

El prelado, uno de los más influyentes de Nicaragua, está denunciando sistemáticamente los ataques gubernamentales y reclama el fin de la represión contra los estudiantes, a los que ha definido como «la reserva moral que tenemos».

La Iglesia con los jóvenes

En términos similares se pronunció el sábado la Conferencia Episcopal de Chile, que en un comunicado exhortaron a las autoridades del país «a escuchar el grito de los jóvenes nicaragüenses» y «derogar las reformas» del «Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS)».

En su alocución, los obispos también reprobaron «todo brote de violencia» y denunciaron que «las acciones represivas ejecutadas por miembros afines al gobierno alteran la paz». «Reprimir la libre expresión y la protesta pacífica manifiesta la decadencia del estado de derecho de una república y la violencia de la justicia».

Camillas en los bancos

Pero más allá de los pronunciamientos, la Iglesia se ha posicionado con obras en contra de la dura posición del Gobierno. Muchas iglesias han convertido sus bancos en improvisadas camillas para acoger a manifestantes heridos.

En la catedral de Managua, por ejemplo, se han suspendido por tiempo indefinido las Misas vespertinas y las que mantienen su horario se oficiarán en una sala anexa del templo, para poder dar refugio a los manifestantes.

Premio Cercantes nicaragüense

Las voces contra la represión ordenada por el Gobierno de Daniel Ortega se han escuchado incluso desde España. Las críticas han partido del escritor nicaragüense Sergio Ramírez, que este lunes dedicó el premio Cervantes de Literatura a sus compatriotas «asesinados por reclamar justicia y democracia», así como a los jóvenes que siguen luchando por que el país centroamericano «vuelva a ser una república».

El que fuera vicepresidente del país entre 1985 y 1990 ha pronunciado estas palabras tras recibir el Cervantes de manos del Rey Felipe VI en la Universidad de Alcalá de Henares.

¿Mejora de la situación?

A pesar de que las protestas continúan, Alfa y Omega ha podido entrar en contacto con algunos vecinos de Managua que aseguran que «la situación parece más tranquila. Ya no se escuchan disparos».

Las mismas fuentes confirman que «algunos ciudadanos hemos podido hacer la compra», lo que ayer por ejemplo resultaba imposible por la violencia de la represión y por los saqueos, y puede que en determinados colegios «los profesores se reincorporen a sus trabajos», no así los niños que todavía tendrán que esperar para poder ir al colegio.