«No los dejemos solos» - Alfa y Omega

«No los dejemos solos»

Desde el primer momento, la Iglesia se ha hecho presente para confortar y acompañar a los familiares de las víctimas de la catástrofe aérea en los Alpes franceses. A este esfuerzo se han sumado obispos, sacerdotes y laicos de España, Francia y Alemania. No ha faltado tampoco la cercanía del Papa

María Martínez López

«No dejemos solos» a los afectados por la catástrofe aérea de Germanwings; «ayudémoslos donde y como podamos». Lo pedía el arzobispo de Colonia, cardenal Rainer Maria Woelki, nada más conocerse la tragedia, al cierre de la pasada edición de este semanario. Éste ha sido, desde entonces, el objetivo de la Iglesia a ambos lados de los Alpes. Düsseldorf pertenece a la diócesis de Colonia, y sacerdotes de allí se acercaron al aeropuerto para acompañar a los familiares, apoyando la labor de los especialistas en acompañamiento espiritual ante situaciones de emergencia.

En España, el obispo de Sant Feliu de Llobregat, monseñor Agustín Cortés, se acercó el viernes al hotel de Castelldefels donde se alojaban los familiares. Ese mismo día, el hotel acogió una Eucaristía por las víctimas. Asimismo, el Delegado de Pastoral de la Salud, padre Javier Sobrevía, acompañó hasta Francia a los familiares que querían visitar el lugar de la tragedia. Fue la compañía aérea alemana Lufthansa la que así lo pidió a la diócesis.

También en Francia la Iglesia se ha hecho presente. Monseñor Jean-Philippe Nault, obispo de Digne –donde se estrelló el avión–, celebró una Misa en la que subrayó «la necesidad de apoyo y solidaridad» que tienen los familiares, y que «muchos de ellos encontrarán en la fe cristiana». A esta Misa asistió medio millar de fieles, bastantes de los cuales habían viajado hasta Digne desde otras localidades.

Cercanía, afecto y oraciones del Papa

Durante la celebración, monseñor Nault leyó el telegrama de condolencias enviado horas después de la tragedia por el Secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin. El mensaje manifestaba que el Papa «se une al dolor de las familias, manifestando su cercanía. Asimismo, pide por el eterno descanso de los fallecidos, encomendándolos a la misericordia de Dios, para que los acoja en su seno de paz y de luz. También expresa su profundo afecto a todos los que sufren este drama, y a quienes los han socorrido en estas difíciles condiciones. El Santo Padre ruega al Señor que dé a todos fortaleza y consuelo». El Domingo de Ramos, antes del rezo del ángelus, el Santo Padre confió a la Virgen a las víctimas. Como era la Jornada Mundial de la Juventud, recordó especialmente al grupo de estudiantes alemanes.

En su comunicado de condolencias, la Conferencia Episcopal Española expresaba «su dolor por la pérdida de vidas humanas y su condolencia a los familiares de las víctimas». Los obispos encomendaban «a Dios el eterno descanso de los fallecidos», e invitaban a «los católicos y a todos los creyentes a incluir» a las víctimas «en su plegaria personal y comunitaria».