Los lobos buenos - Alfa y Omega

Los lobos buenos

Isidro Catela
'Los lobos' durante un momento del concurso
Los lobos durante un momento del concurso. Foto: Antena 3.

Los lobos siempre han sido los malos del cuento. O casi siempre, porque alguno como Goytisolo también imaginó en sus versos un mundo al revés donde habitaba un lobito bueno al que maltrataban todos los corderos. Los lobos televisivos, que llevan acumulados más de un millón de euros en más de 200 programas consecutivos, son buenísimos. Son, en realidad, cuatro amigos que ya forman parte del paisaje de las tardes de Antena 3, y que llevan un año desactivando explosivos en el concurso Boom, con la única arma de su saber enciclopédico. Van camino de batir el récord que, en el mismo programa, tienen Los Rockcampers, el equipo que consiguió 2.300.000 euros, el mayor premio dado por un concurso de la televisión en España.

La mecánica del programa que presenta de lunes a viernes Juanra Bonet a eso de las ocho de la tarde, es muy sencilla. Cada equipo tiene que enfrentarse a cuatro preguntas iniciales, que van aumentando progresivamente en dificultad. Tienen que descartar las opciones falsas —cortando cables— para acumular la mayor cantidad posible de dinero de cara a las siguientes fases, donde tendrán que mostrar su conocimiento de un tema monográfico y acertar el mayor número de preguntas en una bomba clasificatoria. La guinda es un bote, casi siempre millonario e imposible, que el concurso estira para que concursantes de este tipo se queden más tiempo y sean parte del atractivo del programa.

Los lobos sabios son José Pinto, ganadero salmantino; Manuel Zapata, administrativo y crítico de cine navarro; Erundino Alonso, ingeniero de montes de Guadalajara, y Valentín Ferrero, zamorano y exprofesor universitario. Fue Valentín precisamente el que hace poco contó en el programa su mísero malvivir como profesor a tiempo parcial en la universidad en un vídeo que se hizo viral en las redes sociales.

Tres de los cuatro se conocieron en el concurso del eterno Jordi Hurtado. A partir de ahí, curiosamente, todo ha sido saber y ganar. Acérquense a ellos, son lobos buenos, depredadores necesarios en el páramo cultural que es nuestra televisión.