«El trabajo se está convirtiendo en una nueva esclavitud» - Alfa y Omega

«El trabajo se está convirtiendo en una nueva esclavitud»

Hermandades del Trabajo lanza un Manifiesto con motivo de 1 de mayo en el que advierten de «una economía que mata» y que convierte el trabajo «en una nueva forma de esclavitud»

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Foto: EFE/Salvador Sas

Hermandades del Trabajo ha denunciado «la situación injusta que están sufriendo los más de tres millones de personas paradas, así como la de muchos trabajadores que, a pesar de tener trabajo, están en condiciones de precariedad y de pobreza».

Lo ha hecho en un Manifiesto publicado con ocasión del Día del Trabajo, que se celebra el 1 de mayo, en el que ponen sobre la mesa que esta situación «les impide desarrollar una vida personal, laboral y familiar digna».

La asociación señala que «a pesar del relativo crecimiento económico y reducción de las cifras de desempleo», son muchos «los afectados por el paro, la explotación y la precarización, situación que viene generando unas desigualdades que crecen de manera hiriente, con el riesgo de convertirse en crónicas».

Esto se debe a que «desde la clase política y el poder económico se promueven medidas que favorecen y enriquecen a unos cuantos y, a la vez, perjudican y afectan gravemente a los trabajadores, quienes se sienten obligados a renunciar a sus justos derechos laborales» con frecuencia.

Además, se ofrece, como salida a la crisis, «un sistema económico basado en la exclusión y la inequidad, donde se defiende la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera», algo que, citando al Papa Francisco, denominan «una economía que mata», ya que «destruye a personas, a familias y al medio ambiente», en la que «todo se reduce a consumir, consumir y consumir, formándose una letanía humanicida que convierte el trabajo en una nueva forma de esclavitud».

Concretamente, Hermandades denuncia el alto paro juvenil, las desigualdades crecientes, la precariedad laboral, la siniestralidad, la falta de compañerismo o la crisis del estado del bienestar, ante todo lo cual hacen una llamada «al compromiso personal, familiar, social y eclesial, impulsando el asociacionismo sindical y el corporativismo profesional con una mayor presencia en el ejercicio de nuestros derechos», todo para que «los trabajadores podamos vivir como hermanos e hijos de Dios».