Cardenal Sistach: «Es necesaria una evaluación de los movimientos eclesiales y las nuevas comunidades» - Alfa y Omega

Cardenal Sistach: «Es necesaria una evaluación de los movimientos eclesiales y las nuevas comunidades»

«Han transcurrido más de 50 años del Concilio Vaticano II, y la inmensa mayoría de los movimientos eclesiales se han ido fundando en aquellos años posteriores al Concilio». Cinco décadas, ha destacado, «es un periodo importante para adquirir la madurez y para evaluar estas instituciones asociativas»

Carlos González García
Foto: Carlos González

Este martes, 22 de mayo, a la hora en que el ángelus conmemora que «el ángel del Señor anunció a María», el Aula Pablo Domínguez de la Universidad Eclesiástica San Dámaso ha acogido la presentación del libro Las Asociaciones de Fieles, del cardenal Lluís Martínez Sistach, arzobispo emérito de Barcelona. En el acto, organizado por la Facultad de Derecho Canónico y presidido por el obispo auxiliar de Madrid, monseñor Jesús Vidal, han estado presentes —además de propio autor del libro— el cardenal Francesco Coccopalmerio, presidente emérito del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, y Roberto Serres López de Guereñu, vicerrector de la UESD y decano de la facultad.

Foto: Carlos González

La incardinación en los movimientos eclesiales

«Deseo, en mis primeras palabras, agradecer de corazón al cardenal Osoro y a Roberto Serres el detalle que han tenido de presentar mi libro aquí. Diría que no soy digno, pero con esta presentación uno piensa que quizá ha hecho alguna cosa que ha servido…». Con esta confesión, el arzobispo emérito de Barcelona ha comenzado su ponencia, centrada en La incardinación en los movimientos eclesiales una solución reciente y una propuesta. «La eclesiología del Concilio Vaticano II propició la creciente aparición en distintos lugares de la Iglesia de movimientos y comunidades integrados por miembros del pueblo de Dios; laicos, religiosos y sacerdotes que recibieron el nombre de movimientos eclesiales y nuevas comunidades». En este sentido, el purpurado ha subrayado que la originalidad de estos movimientos «consiste en el hecho de que se trata de grupos compuestos por hombres y mujeres, clérigos y laicos, y casados y célibes que, en cuanto a su configuración canónica, prácticamente todos prefieren el estatuto canónico de las asociaciones de fieles».

Desde la aparición de esta «primavera asociativa en la Iglesia» con los movimientos eclesiales, el arzobispo emérito ha recordado el planteamiento que se ha hecho acerca de «si es conveniente o no que las asociaciones de fieles puedan incardinar sacerdotes y diáconos». Una cuestión que, tal y como ha incidido, «sigue abierta». Así, después de desarrollar una serie de planteamientos de varios autores que están a favor o en contra de esta propuesta de la incardinación de clérigos, ha preguntado si, tal vez, ha llegado el momento de un estatuto marco para estos movimientos… «Han transcurrido más de 50 años del Concilio Vaticano II, y la inmensa mayoría de los movimientos eclesiales se han ido fundando en aquellos años posteriores al Concilio». Cinco décadas, ha destacado, «es un periodo importante para adquirir la madurez y para evaluar estas instituciones asociativas».

Tal y como ha señalado, «muchas de estas realidades han experimentado la defunción de su fundador o fundadora, y el consiguiente relevo, la dificultad de nuevas vocaciones y el envejecimiento de sus miembros», unas circunstancias que «piden y justifican que se realice en la Iglesia una evaluación de los movimientos eclesiales y las nuevas comunidades: un estudio que podría ayudar a dar respuesta objetiva a la necesidad o conveniencia de un estatuto marco para estas realidades eclesiales». Realidades, tal y como ha reconocido, configuradas por «carismas muy diversos» para, así, «poder responder también a la conveniencia o no de incardinar clérigos a los movimientos eclesiales y nuevas comunidades eclesiales como tales». La realidad eclesial de los nuevos movimientos, ha reconocido el arzobispo emérito de Barcelona, «está ya suficientemente madura para realizar este trabajo».

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Un manual para la enseñanza

El cardenal Francesco Coccopalmerio, por su parte, ha realizado un recorrido por la vida del autor del volumen. «Es una persona muy válida, por su competencia y por su pasión», ha reconocido el presidente emérito del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, «y ha dado a nuestro Dicasterio un impulso, una fuerza y un aire optimista». Otros «son solo miembros», pero «el cardenal Sistach fue un hombre con una gran mente y un gran corazón». Asimismo, ha aseverado que en los nueve capítulos que componen el libro «ofrece su contenido de manera armónica e interesante» y está lleno de «elementos de especial labor».

Roberto Serres, por su parte, ha ensalzado que la obra —largamente madurada desde los años ochenta, cuando vio la luz con la 1ª edición— ha alcanzado ya la 6ª edición, y por ello «no es de extrañar que venga siendo utilizada como un manual muy estimado para la enseñanza en las facultades de Derecho Canónico», y que «sea citada por algunas decisiones del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica». El decano de la Facultad de Derecho Canónico ha recalcado, también, el «carácter práctico» de muchos de sus capítulos, lo que «constituye una ayuda preciosa para el trabajo en las curias diocesanas y para la organización y la vida de las propias asociaciones», que pueden encontrar en dicho volumen «una ayuda eficaz para la dirección y el gobierno de las mismas».

Foto: Carlos González

Los nuevos movimientos y la nueva evangelización

Finalmente, en nombre del cardenal Osoro, arzobispo de Madrid, monseñor Jesús Vidal ha agradecido al autor del volumen su presencia, así como a todos los congregados en la sala. «Tal y como señalaba el cardenal Sistach en la exposición», ha destacado el obispo auxiliar, «el tema de los nuevos movimientos y su futuro desarrollo abre un gran horizonte en el contexto de la nueva evangelización».

Las seis ediciones y las múltiples traducciones del libro, ha concluido el prelado, «dan testimonio de que este es un fundamento muy sólido para ulteriores reflexiones en el desarrollo del marco jurídico», que «irá acompañando y ordenando la maduración de los nuevos movimientos».

Foto: Carlos González