«Somos una familia de almas» - Alfa y Omega

«Somos una familia de almas»

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
María Sun Shen durante su profesión solemne, junto a su madre. Foto: Joaquín Li

Este jueves la Iglesia en China celebra a su patrona, la Virgen de She Shan. Mientras los doce millones de católicos chinos están pendientes de un posible acuerdo entre su Gobierno y el Vaticano, la vida de fe sigue su curso en el país. Prueba de ello es la historia de la familia Sun, que vivía completamente alejada de Dios en la pequeña ciudad de Caoxia, al este de China. Allí, los padres y sus cuatro hijos entraron en contacto con una mujer mayor y su familia, los únicos cristianos entre una población de 3.000 habitantes; esta mujer les habló de Dios y poco a poco los introdujo en la Iglesia. Ya después de morir el padre, la madre decidió entrar en un monasterio de las agustinas recoletas, y la orden la envió al convento de Santo Toribio de Liébana, en Vitigudino (Salamanca). Después de ella, sus hijas han elegido la misma vida y su hijo se encuentra en México haciendo el postulantado también con los agustinos recoletos. Poco a poco, todos han ido dando los pasos necesarios en su consagración, el último de ellos la profesión solemne de María Sun Shen en el mismo monasterio en el que vive su madre, hace apenas dos semanas. «Yo antes de bautizarme no creía en nada, tenía miedo porque lo veía todo oscuro», confiesa María Sun Shen, pero ahora «siento la Iglesia como una familia de almas. El Señor está conmigo». Durante la Eucaristía, en el momento de las ofrendas, la madre presentó a su hija como «la mejor ofrenda que puedo hacer a Dios. Estamos muy agradecidas».