La Iglesia se moviliza con las víctimas de Filipinas - Alfa y Omega

La Iglesia se moviliza con las víctimas de Filipinas

El Papa ha pedido oraciones y ayuda a las víctimas del tifón Haiyan, en Filipinas. Desde el país asiático, los misioneros describen una realidad espeluznante, mientras las Congregaciones religiosas se movilizan para hacer llegar la ayuda. Cáritas, Manos Unidas o Ayuda a la Iglesia Necesitada se han puesto también manos a la obra

Redacción

El Papa Francisco ha expresado su profundo dolor por la catástrofe en Filipinas, tras el paso del tifón Haiyan, uno de los más grandes y violentos de la historia. Lo hizo pidiendo oración y ayuda económica a los fieles congregados en la Plaza de san Pedro, el domingo, tras el rezo del ángelus: «Recemos por nuestros hermanos y hermanas, y busquemos para que nuestra ayuda les llegue», les dijo. También publicó un tweet, el pasado martes, en el que, en 140 caracteres, instó a sus más de 10 millones de seguidores a «tener presentes a Filipinas, Vietnam y la región afectada por el tifón Haiyan. Seamos solidarios con la oración y con la ayuda concreta». Él ya lo ha sido: ha dispuesto una primera donación de 150.000 euros para ayudar a la población filipina, a través del Consejo Pontificio Cor Unum; ayuda que será distribuida a las iglesias locales.

A través de su Secretario de Estado, monseñor Pietro Parolin, el Pontífice ha enviado un mensaje al Presidente de Filipinas, Benigno Aquino, en el que se muestra «profundamente entristecido por la destrucción y la pérdida de las vidas causadas por este tifón», expresa «su más profunda solidaridad por todos los afectados por la tormenta y sus secuelas». El Papa Francisco, en el texto, reconoce ser «especialmente consciente de los que lloran la pérdida de sus seres queridos y de los que han perdido sus hogares», y recuerda que, al orar por todo el pueblo de las Filipinas, «ofrece su propio estímulo y coraje a las autoridades civiles y al personal de emergencia, para que se ayude a las víctimas de esta tormenta».

Los misioneros, con el pueblo que sufre

Los cerca de 123 misioneros españoles presentes en Filipinas han expresado su dolor, a través de Obras Misionales Pontificias, por la grave situación. La misionera Lucía Retuerto, hermana de la Caridad de Santa Ana en Manila, ha señalado que las ayudas ya han comenzado a llegar, y ha garantizado que las hechas a través de las Congregaciones religiosas llegan con seguridad a sus destinatarios. Y el sacerdote Néstor Huenda, del Camino Neocatecumenal, que se encuentra en el norte del país, visitará en los próximos días la zona afectada para obtener información de primera mano, sobre el terreno, aunque sabe que en muchos sitios «no hay manera de entrar porque las calles están sembradas de cables, árboles caídos…».

También Radio Vaticana se ha puso en contacto telefónico con el padre Sebastiano D’Ambra, misionero del PIME en Zamboanga: «Se dice que millones de personas quedarán afectadas por el tifón; hay muchos muertos y desaparecidos y se espera que sean muchos, muchos más, a medida que se conozcan los hechos». El sacerdote, que reconoció que existe un plan de emergencia gubernamental, afirmó que «a algunas zonas no se puede ir, porque todo ha sido destruido. Es realmente una situación muy alarmante». Finalmente, pidió que «las organizaciones locales e internacionales sean capaces de hacer todo lo posible, porque hay necesidad de todo. Filipinas están pasando por un período de gran dolor».

Las congregaciones religiosas se movilizan…

Los 266 misioneros salesianos que trabajan en el país se han puesto manos a la obra para coordinar la atención a la población y prestar la primera ayuda a los más necesitados. Las instalaciones salesianas de Cebú se han convertido en un Centro Oficial de la Ayuda en coordinación con la Unidad Nacional de Crisis, y ya se han distribuido desde allí más de 25.000 kits de emergencia.

Según informa la Confederación Española de Religiosos (CONFER), las congregaciones religiosas con presencia en el país se han movilizado para enviar toda la ayuda necesaria. El Superior General de los Claretianos, el padre José Mª Abella, ha enviado una carta a todos misioneros de la orden, en la que afirma que «las noticias son todavía algo confusas porque es difícil la comunicación, pero sabemos que el noviciado ha sufrido daños importantes, y también el centro de formación de evangelizadores de la ciudad de Tacloban».

También la Orden de los Agustinos Recoletos ha informado que, en la zona más azotada, viven los familiares de varios miembros de la orden, además de un colegio de las Augustinian Recollects Sisters, congregación filipina nacida en torno al santuario de la Virgen del Carmen de Manila. La Orden ha enviado una nota interna solicitando oraciones y ayuda económica a través de una cuenta solidaria.

…y también las ONGs e instituciones caritativas

Los miembros de Cáritas Filipinas ya ha accedido a las zonas siniestradas, y ha mostrado su desolación ante las escenas de devastación que están presenciando. Rey Barnido, desde Leyte, ha informado de que «el hospital está desbordado, y hay muertos por todas partes. Es como si hubieran lanzado bombas nucleares». De momento, la institución ya ha canalizado alimentos hacia la zonas más afectadas, y en breve, pondrán a disposición de los afectados lonas para refugios temporales, agua, productos de higiene y artículos no perecederos para 5.000 familias. Cáritas Española, de momento, ya ha aprobado el envío urgente de una partida inicial de 200.00 euros. Asimismo, ha puesto en marcha la campaña Cáritas con Filipinas, para canalizar las ayudas de los españoles con los damnificados de Haiyán. Para más información, www.caritas.es

La ONG Manos Unidas, que lleva más de 25 años trabajando en Filipinas, canalizará la ayuda recibida para reconstruir el país a través de su contraparte local, BCDI (Bicol Consortium for Development Initiatives). El número de cuenta y más información, en www.manosunidas.org

Finalmente, Ayuda a la Iglesia Necesitada ha puesto en marcha una campaña de oración y recogida de fondos para el país devastado, para aliviar las necesidades espirituales y materiales provocadas por la catástrofe. Aunque, como dicen los obispos filipinos, de este país con el mayor número de católicos de Asia, «ninguna calamidad puede apagar el fuego de nuestra esperanza. La de fe los católicos es más fuerte que el tifón Haiyan». Más información en www.ayudaalaiglesianecesitada.org

Los misioneros, con el pueblo que sufre

Los cerca de 123 misioneros españoles presentes en Filipinas han expresado su dolor, a través de Obras Misionales Pontificias, por la grave situación. La misionera Lucía Retuerto, hermana de la Caridad de Santa Ana en Manila, ha señalado que las ayudas ya han comenzado a llegar, y ha garantizado que las hechas a través de las Congregaciones religiosas llegan con seguridad a sus destinatarios. Y el sacerdote Néstor Huenda, del Camino Neocatecumenal, que se encuentra en el norte del país, visitará en los próximos días la zona afectada para obtener información de primera mano, sobre el terreno, aunque sabe que en muchos sitios «no hay manera de entrar porque las calles están sembradas de cables, árboles caídos…».

También Radio Vaticana se ha puso en contacto telefónico con el padre Sebastiano D’Ambra, misionero del PIME en Zamboanga: «Se dice que millones de personas quedarán afectadas por el tifón; hay muchos muertos y desaparecidos y se espera que sean muchos, muchos más, a medida que se conozcan los hechos». El sacerdote, que reconoció que existe un plan de emergencia gubernamental, afirmó que «a algunas zonas no se puede ir, porque todo ha sido destruido. Es realmente una situación muy alarmante». Finalmente, pidió que «las organizaciones locales e internacionales sean capaces de hacer todo lo posible, porque hay necesidad de todo. Filipinas están pasando por un período de gran dolor».

Las congregaciones religiosas se movilizan…

Los 266 misioneros salesianos que trabajan en el país se han puesto manos a la obra para coordinar la atención a la población y prestar la primera ayuda a los más necesitados. Las instalaciones salesianas de Cebú se han convertido en un Centro Oficial de la Ayuda en coordinación con la Unidad Nacional de Crisis, y ya se han distribuido desde allí más de 25.000 kits de emergencia.

Según informa la Confederación Española de Religiosos (CONFER), las congregaciones religiosas con presencia en el país se han movilizado para enviar toda la ayuda necesaria. El Superior General de los Claretianos, el padre José Mª Abella, ha enviado una carta a todos misioneros de la orden, en la que afirma que «las noticias son todavía algo confusas porque es difícil la comunicación, pero sabemos que el noviciado ha sufrido daños importantes, y también el centro de formación de evangelizadores de la ciudad de Tacloban».

También la Orden de los Agustinos Recoletos ha informado que, en la zona más azotada, viven los familiares de varios miembros de la orden, además de un colegio de las Augustinian Recollects Sisters, congregación filipina nacida en torno al santuario de la Virgen del Carmen de Manila. La Orden ha enviado una nota interna solicitando oraciones y ayuda económica a través de una cuenta solidaria.

… y también las ONGs e instituciones caritativas

Los miembros de Cáritas Filipinas ya ha accedido a las zonas siniestradas, y ha mostrado su desolación ante las escenas de devastación que están presenciando. Rey Barnido, desde Leyte, ha informado de que «el hospital está desbordado, y hay muertos por todas partes. Es como si hubieran lanzado bombas nucleares». De momento, la institución ya ha canalizado alimentos hacia la zonas más afectadas, y en breve, pondrán a disposición de los afectados lonas para refugios temporales, agua, productos de higiene y artículos no perecederos para 5.000 familias. Cáritas Española, de momento, ya ha aprobado el envío urgente de una partida inicial de 200.00 euros. Asimismo, ha puesto en marcha la campaña Cáritas con Filipinas, para canalizar las ayudas de los españoles con los damnificados de Haiyán. Para más información, www.caritas.es

La ONG Manos Unidas, que lleva más de 25 años trabajando en Filipinas, canalizará la ayuda recibida para reconstruir el país a través de su contraparte local, BCDI (Bicol Consortium for Development Initiatives). El número de cuenta y más información, en www.manosunidas.org.

Finalmente, Ayuda a la Iglesia Necesitada ha puesto en marcha una campaña de oración y recogida de fondos para el país devastado, para aliviar las necesidades espirituales y materiales provocadas por la catástrofe. Aunque, como dicen los obispos filipinos, de este país con el mayor número de católicos de Asia, «ninguna calamidad puede apagar el fuego de nuestra esperanza. La de fe los católicos es más fuerte que el tifón Haiyan». Más información en www.ayudaalaiglesianecesitada.org.