El Papa pide que el mundial de fútbol sea «ocasión de encuentro» y favorezca «la solidaridad y la paz entre las naciones» - Alfa y Omega

El Papa pide que el mundial de fútbol sea «ocasión de encuentro» y favorezca «la solidaridad y la paz entre las naciones»

Durante la audiencia general, Francisco también ha reflexionado sobre los mandamientos y ha asegurado que «nuestro peor enemigo no son los problemas concretos, por muy serios y dramáticos que sean. El peligro más grande de la vida es un mal espíritu de adaptación que no es mansedumbre o humildad, sino mediocridad, pusilanimidad»

José Calderero de Aldecoa
Foto: REUTERS/Tony Gentile

El Papa ha pedido que el Mundial de fútbol 2018, que comienza mañana en Rusia y al que ha calificado de «importante manifestación deportiva», «pueda ser ocasión de encuentro, de diálogo y de hermandad entre culturas y religiones diferentes y favorecer la solidaridad y la paz entre las naciones».

Francisco ha hecho esta petición durante la audiencia general de este miércoles, celebrada en la plaza de San Pedro, en la que también ha querido «enviar un cordial saludo a los jugadores y a los organizadores y a todos los que seguirán por los medios de comunicación social este evento que supera todas las fronteras».

Ciclo sobre los mandamientos

Más allá del fútbol, el Pontífice ha dedicado gran parte de la audiencia a hablar de los mandamientos, que son «la puerta que el Padre celestial ha abierto para conducirnos a la vida verdadera» y a los que dedicará un nuevo ciclo de catequesis.

El Santo Padre ha comenzado su reflexión con el pensamiento puesto en los jóvenes, a los que trató de dar claves para saber cómo alcanzar esa vida eterna. Ha iniciado con una pregunta retórica: «¿Cuántos jóvenes buscan “vivir” y se destruyen yendo hacia atrás, a cosas efímeras?».

En este sentido, Bergoglio ha asegurado que «nuestro peor enemigo no son los problemas concretos, por muy serios y dramáticos que sean. El peligro más grande de la vida es un mal espíritu de adaptación que no es mansedumbre o humildad, sino mediocridad, pusilanimidad».

Antes de concluir, ha pedido a los jóvenes que «no se conformen con una vida sin belleza y sin color». Si la juventud «no está hambrienta de vida auténtica, ¿a dónde irá la humanidad?».