«Volver a Jesús» - Alfa y Omega

«Volver a Jesús»

Estamos en «una nueva etapa evangelizadora en la Iglesia», que debemos afrontar con el corazón y los ojos de Jesús. Es la exhortación que ha lanzado monseñor Osoro en su primera Semana Santa como arzobispo de Madrid

Ricardo Benjumea

Cristo «ha resucitado y nos pide que anunciemos esto a los hombres». Que puedan decir de nosotros: Viven así, porque han visto al Señor, dijo el arzobispo de Madrid durante la Vigilia Pascual, en la catedral de la Almudena. Como en el resto de celebraciones del Triduo Pascual, le acompañaban sus obispos auxiliares, monseñor Fidel Herráez y monseñor Juan Antonio Martínez Camino. Fueron bautizados 6 catecúmenos.

«Hemos comenzado una nueva etapa evangelizadora en la Iglesia». Cada bautizado está llamado a salir al mundo para regalar «alegría y esperanza», dijo el arzobispo el Jueves Santo. Para eso se requiere «un trasplante de corazón»; salir con el corazón de Jesús «a curar heridas», y a reproducir en el mundo el «gesto revolucionario» del lavatorio de los pies. Como hizo con los apóstoles en la Última Cena, Jesús «se inclina ante nosotros» y lava nuestros pies en cada Eucaristía. Así «nos devuelve la libertad y la dignidad» de hijos de Dios. Con este gesto, nos está diciendo: «Tu vida es valiosa, yo te quiero y cuento contigo». Jesús lava los pies, acción que se entiende sin necesidad de «muchas explicaciones», y nos exhorta a lavarnos los pies los unos a los otros.

El Viernes Santo, monseñor Osoro puso el foco en Jesús en la cruz, y subrayó que Su sangre es el precio con que hemos sido rescatados. Hemos sido «rescatados para rescatar, iluminados para dar luz, elevados para elevar». A nuestro alrededor «hay sufrimientos, hay vencidos, humillados, agredidos, pisoteados… Pongamos la mirada en los rostros de tantos emigrantes, desahuciados, víctimas de la violencia, enfermos, refugiados, niños y niñas abandonados, personas sin hogar que viven en nuestras calles», dijo el arzobispo, que aludió al «desconocimiento de Dios» como «la máxima pobreza, porque nos impide mirar a los otros como hermanos».

El Martes Santo, el arzobispo celebró la Misa Crismal con los sacerdotes de Madrid, en una Eucaristía concelebrada por el cardenal Rouco, arzobispo emérito, y monseñor Luis Gutiérrez, emérito de Segovia y auxiliar de Madrid entre 1988 y 1995. Si, el Jueves Santo, Osoro pedía «un trasplante de corazón», en esta ocasión, ante un millar de sacerdotes, habló de la necesidad de un «trasplante de ojos» para ver la realidad con los ojos de Jesús. Si aprendemos a mirar el mundo con Sus ojos, a la Iglesia se la verá «como Madre que acoge, lugar de misericordia». Monseñor Osoro quiere una Iglesia «con las puertas abiertas, también las físicas, también las de participación y también las de regalar la gracia de los sacramentos. Aprendamos a trabajar con la pastoral de la mirada» en esta «nueva etapa evangelizadora inaugurada por el Papa, y a la que los sacerdotes somos los primeros llamados a responder», con palabras, sí, pero sobre todo con «los hechos, los gestos, con la vida».

La actitud necesaria ante una nueva etapa evangelizadora se resume, a juicio del arzobispo, en «volver a Jesús, volver al Evangelio».