El Vaticano publica un documento para poner en valor a las 5.000 vírgenes consagradas del mundo - Alfa y Omega

El Vaticano publica un documento para poner en valor a las 5.000 vírgenes consagradas del mundo

La nueva Instrucción llamada Ecclesiae Sponsae Imago, presentada esta mañana en el Vaticano, profundiza en la fisonomía y la disciplina de esta forma de vida y pretende «ayudar a descubrir la belleza de esta vocación, y contribuir a mostrar la belleza del Señor que transforma la vida de tantas mujeres que cada día la experimentan»

Redacción

El Vaticano ha puesto en valor el Ordo Virginum, una forma de vida consagrada seguida por 5.000 mujeres vírgenes en todo el mundo, según datos del 2016, a través de la publicación de una nueva Instrucción llamada Ecclesiae Sponsae Imago, que profundiza sobre la fisonomía y la disciplina de esta forma de vida.

Las vírgenes consagradas son mujeres que eligen ser vírgenes, mientras permanecen en su contexto ordinario de vida para evangelizar y servir, viviendo solas o en comunidad. Algunas también se dedican a la enseñanza, así como al servicio en los hospitales o en las misiones, sin ser monjas.

En una conferencia de prensa en el Vaticano, el prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, cardenal João Braz de Aviz, ha explicado que se trata del primer documento de la Sede Apostólica que profundiza en este tema después del rito litúrgico y las normas contenidas en él promulgado en 1970 por voluntad de Pablo VI.

«El documento es el resultado de una amplia consulta, una obra sinodal a la cual asistieron obispos, vírgenes consagradas y expertos de todo el mundo para poner de relieve las especificidades y las riquezas de esta forma de vida consagrada», ha manifestado.

El texto Ecclesiae Sponsae Imago pretende, según el purpurado brasileño, «ayudar a descubrir la belleza de esta vocación, y contribuir a mostrar la belleza del Señor que transforma la vida de tantas mujeres que cada día la experimentan».

El documento ha sido publicado dos años antes de que se celebre el 50 aniversario del rito de consagración de las vírgenes, el Ordo consecrationis virginum, en el cual se dispuso la posibilidad de consagrar también a las mujeres que permanecen en su contexto de vida ordinario. Precisamente, en 2020 habrá un encuentro en Roma de todas las fieles pertenecientes al Ordo virginum.

Signo manifiesto del reino futuro

En el texto se evidencia que la virginidad cristiana se sitúa así en el mundo «como signo manifiesto del reino futuro porque su presencia revela la relatividad de los bienes materiales y la transitoriedad del mundo». En este sentido, se explica que «las mujeres que reciben esta consagración son llamadas a vivir en docilidad al Espíritu Santo, a experimentar el dinamismo transformante de la Palabra de Dios que hace de tantas mujeres diferentes una comunión de hermanas, y anunciar el Evangelio».

«A María, icono perfecto de la Iglesia, las vírgenes consagradas vuelven sus ojos, como estrella que orienta su camino. A su materna protección la Iglesia las confía», puede leerse.

El documento «profundiza en la fisonomía y la disciplina de esta forma de vida» —en palabras del cardenal de Brasil— y se divide en tres partes: la vocación y el testimonio de la Ordo virginum, su configuración en las Iglesias particulares y en la Iglesia universal y el discernimiento vocacional y la formación de la orden.

«La identidad del Ordo virginum debe ser custodiada respetando y valorizando la diversidad de los contextos eclesiales, culturales y sociales en los que el carisma se expresa, y teniendo en cuenta las situaciones locales», ha señalado Braz de Aviz.

En cambio, el arzobispo español José Rodríguez Carballo se ha detenido en el significado que tenía esta vocación en las primeras comunidades cristianas. Así, ha explicado que las vírgenes consagradas recibían el título de esposa de Cristo y que, en ellas, en efecto, se reflejaba la imagen de la Iglesia. De esta manera, ha manifestado que la esencia de esta disciplina es que el «carisma de la virginidad se armoniza con el carisma propio de cada consagrada» lo que en la práctica fructifica en «una gran variedad de respuestas a la vocación».

Europa Press / Redacción