Pedro Arrupe y Juan Pablo II - Alfa y Omega

Pedro Arrupe y Juan Pablo II

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Foto: ABC

La apertura en Roma de la causa de canonización de Pedro Arrupe trasciende el caso concreto del antiguo general español de los jesuitas. Un hecho significativo –e incluso providencial– es que el encargado en la diócesis del Papa para estos procesos sea ahora Slawomir Oder, antiguo postulador de la causa de san Juan Pablo II. Las tensiones en aquella época posconciliar entre obispos y religiosos tuvieron un momento estelar con la intervención del Papa Wojtyla al nombrar a un delegado pontificio para la Compañía de Jesús durante la enfermedad de Arrupe. Muchas interpretaciones sobredimensionaron aquellos acontecimientos, con visiones sesgadas e ideológicas. Ni Juan Pablo II era un enemigo de la vida religiosa, ni se puede decir de Arrupe que fuera desleal al Papa o incluso que descuidara la vida de oración y solo se preocupaba por la dimensión social de la fe. La complejidad muchas veces de la misión de la Iglesia en el mundo genera –y seguirá generando– fricciones y diferencias de criterio, pero de ahí a negar la buena fe del otro –o incluso su propia condición de católico– media todo un abismo.