Un refugiado, un libro de 600 años, y la primera capilla dedicada a los cristianos perseguidos - Alfa y Omega

Un refugiado, un libro de 600 años, y la primera capilla dedicada a los cristianos perseguidos

La parroquia de Saint Michael, en Nueva York, alberga desde junio una capilla destinada a la oración por las víctimas de la persecución religiosa en Oriente Medio. El mismo autor del icono que contiene, Mouthana Butres, es un refugiado que en 2014 huyó de Irak

Redacción
Methane Butres pinta en su estudio del Líbano. Foto: CNS

El cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York, ha enviado un mensaje especial con motivo de la inauguración de una capilla para rezar por los cristianos de Oriente Medio en la parroquia de Saint Michael de esta ciudad estadounidense. Se trata de la primera capilla dedicada a este uso, aunque sus fundadores están preparando ya la puesta en marcha de otra.

Que se dedique esta capilla a «todos los cristianos desplazados de Oriente Medio y de todo el mundo» –ha afirmado el cardenal– es una buena noticia «para todas las personas que valoran la libertad religiosa». En la capilla se venera a Nuestra Señora de Aradin, la Madre de la Iglesia Perseguida.

Icono de Nuestra Señora de Aradin. Foto: CNS

El centro de la construcción es el icono de la Virgen y el Niño Jesús, ambos vestidos con los atuendos tradicionales para las bodas en la zona de Aradin (Irak). La escritura del cuadro está en arameo, la lengua que hablan los cristianos de la zona y que es heredera de la de Jesús.

María, protectora de los cristianos

El autor del icono, Mouthana Butres, ha explicado a Catholic News Service que optó por pintar a María con vestiduras típicas «para representar que siempre será parte de los cristianos en Irak y que es su protectora en todo Oriente Medio».

Él mismo ha vivido de primera mano su protección. Hace ahora cuatro años, cuando el Daesh invadió la Llanura de Nínive, Butres tuvo que huir de su Qaraqosh natal. Antes de abandonar su casa, solo pudo coger uno de los miles de libros y manuscritos siriacos que su padre guardaba: un himnario de 600 años.

Ahora que vive como refugiado en el Líbano, esa obra se ha convertido en su principal fuente de inspiración. Mientras escribe sus iconos –los autores de este tipo de arte se consideran más testigos que creadores– canta los himnos recogidos en el volumen, que se ha aprendido de memoria.

Desde su experiencia personal, el artista iraquí cree que nada que él cree podrá nunca transmitir un mensaje más poderoso que «la sangre de la gente que es perseguida». Pero espera que sus iconos puedan servir de instrumento para suscitar la oración de intercesión de los fieles, de forma que sus plegarias se unan a las de los cristianos perseguidos.

Quiere escribir la Biblia a mano

Mouthana Butres, hijo de una familia de 16 hermanos, se inició en la iconografía a los 12 años, cuando un diácono de su parroquia le enseñó no solo las técnicas, sino cómo fabricar sus propias pinturas con productos naturales como huevos, vino y cera de abeja.

Después de convertirse en refugiado y de haber tenido que dejar atrás una valiosa colección de libros antiguos, compagina los iconos con un nuevo interés por la práctica de la escritura manual. Por ello, se ha embarcado en otro proyecto: escribir a mano, en siriaco, toda la Biblia.

Foto: CNS

Hace tres meses comenzó a hacerlo en una tira de cuero de 30 centímetros de ancho. En los primeros cinco metros, ha escrito los cinco primeros capítulos del Génesis. «Estoy intentando revivir el valor de los textos manuscritos. Creo que escribiendo la Biblia podemos descubrirla con una perspectiva nueva, más profunda que si la leemos», explicó.

Una persecución continua

La idea de fundar la capilla de Nuestra Señora de Aradin en Saint Michael partió del sacerdote Benedict Kiely, que aunque no pertenece a esta parroquia es amigo de la comunidad. Para ello ha contado también con ayuda de la ONG británica Aradin Charitable Trust, dedicada a preservar el patrimonio cultural de las minorías en Oriente Medio y a promover la educación y el diálogo interreligioso.

El padre Kiely visitó Irak por primera vez en 2015, un año después de la irrupción del Daesh. «Me impactó la tremenda fe de las personas que han dejado sus hogares y se han marchado sin absolutamente nada porque se negaron a convertirse (…). Los terroristas del Estado Islámico les exigieron convertirse o morir; en su lugar, ellos eligieron a Cristo», aseguró el sacerdote cuando la capilla iba a ser inaugurada, en junio.

La persecución religiosa contra los cristianos —añadió— «ha sido continua durante siglos y no terminará hasta la victoria final de Cristo. En todo el mundo, pero especialmente en Oriente Medio, los hermanos y hermanas cristianos se están enfrentando a la persecución y la limpieza étnica, el martirio y el genocidio».

Para ayudar a estos hermanos, el sacerdote estadounidense puso en marcha Nasarean, una asociación que vende productos como pulseras, imanes y pines para recaudar fondos.